La desesperación y la angustia se apoderan de los residentes del municipio de Sithembile en Glencoe, KwaZulu-Natal, donde la escasez de agua ha persistido durante seis largos meses. Esta crisis ha sumido a gran parte de la comunidad en una lucha diaria por acceder a un recurso vital, mientras las alcantarillas a cielo abierto se apoderan de las calles, añadiendo una carga adicional a una situación ya crítica.
Desde mayo de 2024, la mayoría de las zonas del municipio se encuentran sin agua corriente. Sólo determinadas zonas de Red Location, Thembalihle y Emadoshini West se benefician de las fluctuaciones intermitentes en el suministro de agua. Sin embargo, cuando regresa después de los cortes, las alcantarillas y las tuberías de aguas pluviales se desbordan, liberando aguas residuales sin tratar hacia las casas y un curso de agua cercano.
Esta crisis tiene repercusiones devastadoras en la vida cotidiana de los residentes, como lo demuestra Bonginkosi Mahlaba, residente del barrio de Marikana, que se ve obligado a empujar una carretilla con sus dos sobrinas para ir a buscar agua. Los niños visten uniformes escolares manchados todos los días debido a la falta de un lavado regular, mientras que el suministro de agua es escaso, lo que a veces obliga a las familias a irse a la cama con hambre.
Sin embargo, en las afueras de Sithembile hay un pequeño pueblo de 14 hogares con pequeñas parcelas agrícolas. Los residentes dependen principalmente del agua de lluvia y tienen que caminar un kilómetro para ir a buscar agua a Mtshotshombeni cuando las precipitaciones son escasas.
Ante esta alarmante situación, el concejal del distrito 3, Mbulelo Phakathi, invirtió fondos para la instalación de tanques que serán llenados con camiones cisterna. También destacó la falta de mantenimiento de la infraestructura por parte del gobierno local, destacando la falta de comunicación y seguimiento por parte de los concejales locales sobre la escasez de agua.
El impacto devastador de esta crisis en la comunidad demuestra una falla sistémica en la gestión de los recursos hídricos. Los informes oficiales destacan una marcada disminución en el desempeño del distrito de Mzinyathi, con una disminución significativa en su calificación municipal de Blue Drop.
Como ciudadanos, es imperativo responsabilizar a las autoridades locales y garantizar que se tomen medidas concretas para resolver esta crisis humanitaria. El agua, elemento esencial para la vida, en ningún caso debería ser un bien escaso para una comunidad ya marginada. La solidaridad y la movilización ciudadana son las claves para encontrar soluciones duraderas a esta crisis que no se puede seguir ignorando.
Juntos debemos actuar con urgencia y determinación para garantizar el acceso equitativo al agua para todos, un derecho fundamental que todo ser humano merece.. El futuro de Sithembile y sus residentes depende de nuestra capacidad de actuar colectivamente para superar esta crisis y construir un futuro mejor para todos.