En el ámbito político marfileño, están en marcha las elecciones presidenciales de 2025. El ex primer ministro marfileño, Pascal Affi N’Guessan, fue nombrado candidato del Frente Popular de Costa de Marfil (FPI) durante un congreso celebrado en Yamoussoukro, la capital de Costa de Marfil. Con una abrumadora mayoría del 99,34% de los votos de 4.500 electores, N’Guessan fue reelegido presidente del FPI.
Esta elección marca un punto de inflexión en la trayectoria política de N’Guessan, quien asumió el liderazgo del partido durante el encarcelamiento del ex presidente Laurent Gbagbo en la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. N’Guessan, que ya se postuló sin éxito a la presidencia en 2015 y 2020 contra el actual presidente Alassane Ouattara, vuelve a la vanguardia con propuestas ambiciosas.
Entre las principales propuestas de N’Guessan se encuentran la abolición del Senado y el restablecimiento de los límites al mandato presidencial. Estas medidas tienen como objetivo fortalecer la democracia en Costa de Marfil y garantizar una alternancia política estable. Al posicionarse de esta manera, N’Guessan busca marcar su diferencia y establecer su legitimidad como candidato presidencial.
Ante esta dinámica liderada por N’Guessan y el FPI, surge la pregunta de si el actual presidente, Alassane Ouattara, se presentará a un cuarto mandato. Su controvertida elección en las últimas elecciones plantea dudas sobre sus intenciones futuras. La posibilidad de la candidatura de Ouattara podría sacudir el panorama político marfileño y reorientar las estrategias de los diferentes actores.
En resumen, el anuncio de la candidatura de Pascal Affi N’Guessan para las elecciones presidenciales de 2025 en Costa de Marfil abre una nueva página en la historia política del país. Con planes de reformas importantes, N’Guessan se está posicionando como un actor clave en la carrera presidencial. Queda por ver cómo influirá este nombramiento en la celebración de las elecciones y en el futuro político del país.