En la provincia de Tshopo, en el corazón de Kisangani, una situación alarmante preocupa a los residentes: la escasez y el aumento significativo del precio de los frijoles en el mercado local. Este bien preciado en la región, aunque abundante hasta hace poco, ahora escasea debido a un problema crucial: el deplorable estado de la carretera nacional número 4 (RN4). Esta vía de comunicación estratégica, que une la provincia de Ituri con Kisangani, está especialmente degradada, lo que dificulta la entrega de mercancías, en particular de los valiosos frijoles.
Los comerciantes y residentes de Kisangani se ven directamente afectados por esta situación. Desde hace aproximadamente un mes, el precio del frijol se ha duplicado en el mercado local, creando un verdadero dilema para los consumidores. Los depósitos se están vaciando, el suministro se vuelve difícil y la escasez de frijoles se siente de manera tangible. Los camioneros que intentan transportar carga desde Ituri se enfrentan a numerosos obstáculos, estancados a sólo 200 kilómetros de Kisangani de los 500 que componen todo el viaje.
Esta escasez de frijol tiene repercusiones directas en los precios del mercado. Los vendedores, obligados a adaptarse a la situación, vieron cómo los precios se disparaban. Así, el precio del kilo de judías rojas aumentó de 2.000 a 4.000 FC, mientras que el de las judías verdes pasó de 4.000 a 9.000 FC. Los pufs, que alguna vez estuvieron disponibles, ahora se venden a precios que oscilan entre 800.000 y 900.000 FC. Una inflación que golpea duramente a los consumidores acostumbrados a precios más asequibles.
Además de la cuestión del coste, también está comprometida la calidad de los granos. Los largos viajes que realizan las mercancías deterioran la calidad del producto, impactando aún más en su precio de venta. Los comerciantes que proceden de diversos orígenes para abastecerse de Kisangani se enfrentan, por tanto, a un doble desafío: la escasez y el deterioro de la calidad de los granos.
Ante esta crisis, los habitantes de Kisangani se sienten abandonados. La carretera RN4, aunque vital para el abastecimiento de la región, sigue en avanzado estado de deterioro, sin que se hayan implementado medidas concretas de rehabilitación. Los residentes esperan con impaciencia que se materialicen las promesas de renovación hechas por las autoridades para poner fin a esta crisis que pesa sobre la vida cotidiana de la población.
En conclusión, la situación actual del frijol en Kisangani refleja los desafíos que enfrenta la provincia de Tshopo. La escasez, el aumento de los precios y el deterioro de la calidad de los productos alimentarios subrayan la urgencia de actuar para rehabilitar las infraestructuras viarias y garantizar un suministro regular de bienes esenciales.. Esperemos que las autoridades adopten rápidamente las medidas necesarias para restaurar la vitalidad de la región y satisfacer las necesidades esenciales de la población.