Encuentro histórico entre dos líderes del mundo árabe durante la Cumbre Extraordinaria Árabe e Islámica en Riad. El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi y el primer ministro libanés Najib Mikati se reunieron para discutir los desafíos que enfrenta la región y los esfuerzos necesarios para preservar la paz y la estabilidad.
Durante esta reunión crucial, el Presidente Sisi reafirmó el apoyo de Egipto a la soberanía y la integridad territorial del Líbano, al tiempo que condenó la agresión israelí contra los territorios palestinos y el Líbano. Hizo un llamado a la comunidad internacional para que asuma su responsabilidad de reducir las tensiones y trabajar para evitar que la región caiga en una guerra regional a gran escala.
El Primer Ministro libanés, por su parte, elogió la firme postura de Egipto a favor del Líbano y subrayó el apoyo de su país a todos los esfuerzos realizados por El Cairo para lograr la paz y la estabilidad regionales. Esta reunión es de capital importancia en el contexto actual marcado por crecientes tensiones y actos de agresión que amenazan la seguridad y la tranquilidad de la región.
Los dos líderes discutieron los resultados de los contactos en curso con varias partes regionales e internacionales para lograr un alto el fuego inmediato en el Líbano y implementar plenamente la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Destacaron la urgencia de poner fin a las hostilidades y regresar a la mesa de negociaciones para resolver los conflictos de manera pacífica y sostenible.
Esta reunión demuestra el compromiso inquebrantable de Egipto con la paz y la seguridad en Oriente Medio y su deseo de desempeñar un papel mediador para promover el diálogo y la cooperación entre los distintos actores de la región. También subraya la importancia de la solidaridad y la cooperación entre los países árabes para afrontar desafíos comunes y trabajar juntos para construir un futuro de paz y prosperidad para todos.
En conclusión, el encuentro entre el Presidente Sisi y el Primer Ministro Mikati simboliza la esperanza de un futuro mejor para Oriente Medio, basado en la justicia, la paz y el respeto mutuo. Recuerda la importancia del diálogo y la diplomacia en la resolución de conflictos y subraya la necesidad de que la comunidad internacional se una para preservar la paz y la estabilidad en la región.