La financiación climática en el centro de los debates de la COP29: cuestiones y tensiones en perspectiva

Muhammad Yunus habla en la COP29 en Bakú para abordar el financiamiento climático. Las negociaciones revelan tensiones entre países desarrollados y en desarrollo sobre la cantidad a asignar. Los países en desarrollo exigen 1,3 billones de dólares al año, lo que pone de relieve sus necesidades específicas. Las discusiones son complejas, con opciones divergentes. Yunus destaca la responsabilidad de los países ricos en la lucha contra el cambio climático. La COP29 destaca la urgencia de una acción concertada y equitativa para abordar este desafío global.
Muhammad Yunus, líder interino de Bangladesh, habló en la COP29 en Bakú el 13 de noviembre de 2024, abordando uno de los temas cruciales de las negociaciones: el financiamiento climático. Si bien los debates en Azebaiyán se centran en este tema crucial, todavía parece lejano un consenso sobre la cantidad financiera que los países ricos deberían otorgar a los países en desarrollo.

El nuevo borrador de acuerdo publicado el tercer día de la COP29 destaca las demandas de los países en desarrollo, pidiendo «al menos 1,3 billones de dólares por año» en ayuda de los países desarrollados, entre otras propuestas. Este año, la COP29 tiene como objetivo establecer un nuevo objetivo financiero para ayudar a los países en desarrollo a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático, reemplazando el objetivo de 100 mil millones de dólares establecido en 2009.

Las discusiones fueron complejas, con un primer borrador del acuerdo rechazado por los países en desarrollo por su falta de equidad hacia ellos. Actualmente hay tres opciones principales sobre la mesa, que reflejan los diferentes enfoques de los países desarrollados y en desarrollo respecto del financiamiento climático.

Los países menos desarrollados y los pequeños estados insulares solicitan cantidades específicas para satisfacer sus necesidades particulares. Sin embargo, los países ricos se muestran reacios a comprometerse con cifras elevadas, citando limitaciones financieras y la falta de apoyo de Estados Unidos en este contexto.

Muhammad Yunus recuerda que la situación actual es “muy humillante” para los países más vulnerables que sufren los efectos del cambio climático. Subraya la responsabilidad de las naciones ricas de reconocer su papel en este fenómeno y proponer cantidades significativas para remediarlo.

En conclusión, la COP29 en Bakú destaca las tensiones persistentes entre los países desarrollados y en desarrollo en lo que respecta al financiamiento climático. Hay mucho en juego y la necesidad de adoptar medidas concertadas y equitativas para combatir el cambio climático es más apremiante que nunca.

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