**El deplorable estado de las carreteras en la provincia de Alto Uele, en la República Democrática del Congo: un calvario para los habitantes**
La provincia de Alto Uele, situada en el extremo noreste de la República Democrática del Congo, se enfrenta a un problema importante: el deplorable estado de su red de carreteras. A pesar de los múltiples intentos de las autoridades locales para mejorar la infraestructura, las carreteras siguen en malas condiciones, causando numerosos inconvenientes a los residentes de la región.
Los testimonios de los usuarios son alarmantes. Decenas de vehículos se encuentran atrapados en el barro o averiados debido a carreteras en mal estado. Los residentes se enfrentan a condiciones de viaje insoportables, como lo demuestra monseñor Émile Mushosho, obispo de la diócesis de Dungu-Doruma, que recientemente tomó la carretera que une Dungu con Isiro.
«El viaje se convirtió en una dura prueba entre Dungu e Isiro. Es casi imposible viajar en coche; sólo pueden pasar motos. Conducir 210 kilómetros por una carretera tan deteriorada es agotador. Nos tomó más de 10 horas hacer el viaje. Esta situación Es inaceptable y pone en peligro la vida de los habitantes de la región”, lamentó.
Monseñor Mushosho pide a las autoridades que tomen conciencia de la urgencia de la situación y actúen rápidamente para aliviar a las poblaciones locales. La carretera que une Dungu con Isiro es fundamental para el comercio y el suministro de mercancías desde el exterior. Su degradación provoca un inmenso sufrimiento a los habitantes que dependen de esta vía de comunicación para su actividad económica.
“Pedimos a las autoridades que movilicen los recursos necesarios para el mantenimiento de esta vía vital. Es imperativo actuar rápidamente para evitar una crisis humanitaria en la región. Los habitantes se encuentran en una gran precariedad y el deterioro de las carreteras no hace más que empeorar. su situación”, subrayó.
Es urgente adoptar medidas concretas para resolver este problema crónico. Los habitantes del Alto Uele merecen una infraestructura vial fiable y segura que garantice su desarrollo económico y su bienestar. Es deber de las autoridades garantizar condiciones de vida dignas para todos los ciudadanos, asegurando la calidad de las carreteras y la infraestructura de transporte en la región.