Fatshimetrie: un terror persistente en la carretera nacional 1
Los cortadores de carreteras siguen sembrando el terror en la carretera nacional número 1, especialmente en la provincia central de Kongo. La noche del lunes 18 al martes 19 de noviembre se produjeron escenas espantosas cerca del puesto de peaje de Lukala, en el territorio de Mbanza-Ngungu. Los viajeros se vieron atrapados entre la 1 y las 3 de la madrugada por bandidos sin ley.
Blaise Sese, conductor de grandes camiones y secretario general de la Asociación de Conductores, Mecánicos, Transportadores y Cargadores del Congo, informó que varios viajeros fueron víctimas de robos, hombres y mujeres, por la noche, por parte de estos despiadados cortadores de carreteras.
Según él, el ataque se produjo poco antes del peaje de Lukala, procedente de Kolofuma, cerca de una cantera. Los delincuentes aprovecharon la oscuridad para cometer su fechoría, despojando a los viajeros de sus preciadas posesiones. Afortunadamente no se reportaron pérdidas de vidas, pero las pérdidas materiales fueron importantes. A las víctimas atrapadas por estos delincuentes nocturnos les robaron dinero, teléfonos y otros efectos personales.
Ante esta situación, Blaise Sese lamenta la falta de seguridad en la carretera nacional número 1 y pide a las autoridades que tomen las medidas adecuadas. Conductores y viajeros se ven sumidos en un clima de terror y psicosis, poniendo en peligro su seguridad y serenidad durante sus viajes.
Es nuestro deber condenar estos actos criminales y exigir medidas concretas para poner fin a esta creciente inseguridad. La población tiene derecho a circular con seguridad por las carreteras nacionales, sin temor a ser víctimas de cortadores de carreteras sin escrúpulos.
Es imperativo que las autoridades pertinentes tomen medidas inmediatas para asegurar la Carretera Nacional Número 1 y poner fin a estos ataques recurrentes. Los ciudadanos tienen derecho a ser protegidos y a circular pacíficamente por las vías de comunicación del país.
Movilicémonos juntos para garantizar la seguridad de todos y erradicar el flagelo de los ladrones de caminos que azota a nuestra nación. La carretera nacional número 1 no debe ser escenario de crímenes impunes, sino símbolo de una circulación segura y pacífica para todos los ciudadanos congoleños.