La cumbre del G20 en Brasil estuvo marcada por las declaraciones del presidente Cyril Ramaphosa a favor de una nueva era de multilateralismo basado en principios y en el respeto del derecho internacional. En un discurso notable, Ramaphosa pidió un compromiso renovado con la Carta de las Naciones Unidas y los principios que la rigen. Según él, todos los Estados miembros deben respetar estos principios y el derecho internacional, sin excepción, porque todos estamos sujetos a las mismas normas.
Al asumir la presidencia del G20 después de Brasil, Sudáfrica pretende utilizar esta plataforma para promover la reforma de las instituciones multilaterales, en particular el Consejo de Seguridad de la ONU. Ramaphosa destacó la importancia del papel de la ONU como pilar del orden multilateral, mientras el mundo enfrenta los desafíos del cambio climático, la pobreza y los conflictos en varias regiones del mundo. Insistió en la necesidad de resolver los conflictos de forma pacífica y respetar el principio de autodeterminación.
El Presidente también abordó la cuestión palestina, un pilar clave de la política exterior sudafricana, y llamó al G20 a actuar para poner fin a la guerra en Gaza. Destacó la necesidad de que la ONU combata los crímenes de guerra, incluido el uso del hambre como arma, como Sudáfrica acusó a Israel ante la Corte Internacional de Justicia.
Al mismo tiempo, una cuestión crucial es la de Sudán, donde Rusia vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía el cese de las hostilidades y la ayuda humanitaria. La crisis humanitaria en Sudán ha alcanzado proporciones alarmantes: 25 millones de personas necesitan asistencia alimentaria. Ramaphosa y su gobierno están a la vanguardia de la defensa de la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, pidiendo un mínimo de dos escaños permanentes con veto para África, así como cinco escaños no permanentes.
Además, el presidente sudafricano destacó la necesidad de reformar la Organización Mundial del Comercio para lograr un sistema comercial más justo para los países en desarrollo. Pidió objetivos financieros más ambiciosos, particularmente para las economías en desarrollo, para garantizar un sistema financiero global adaptado a sus necesidades.
En conclusión, las posiciones de Cyril Ramaphosa en la cumbre del G20 reflejan un liderazgo afirmado a favor de un orden mundial basado en principios de justicia, respeto de los derechos humanos y cooperación internacional. Su visión de un multilateralismo renovado y de reformas de las instituciones internacionales es un llamado a la acción común para un futuro más justo y pacífico para todos los habitantes del planeta.