«Las relaciones diplomáticas entre la República Democrática del Congo (RDC) y Canadá adquirieron recientemente una nueva dimensión, con la visita de la Primera Ministra congoleña, Judith Suminwa, a Ottawa. En el centro de los debates entre los dos países: la pacificación de la región Oriental República Democrática del Congo, una cuestión compleja y crucial para la estabilidad de toda la región.
Los intercambios entre Judith Suminwa y el Ministro canadiense de Desarrollo Internacional, Ahmed Hussen, revelaron una visión compartida sobre la necesidad de respetar la integridad territorial de la República Democrática del Congo. Canadá se compromete a apoyar a la República Democrática del Congo en diversos ámbitos como el trabajo humanitario, la educación y la salud, pero también a promover la diversificación de su economía.
La situación en la República Democrática del Congo sigue siendo preocupante debido a los persistentes disturbios en la región oriental del país, particularmente en relación con la actitud del régimen ruandés y sus aliados. El llamamiento al respeto del alto el fuego y a la retirada de las tropas extranjeras del territorio congoleño siguió siendo un punto central de las discusiones.
Además, el Primer Ministro congoleño invitó a Canadá a una asociación estratégica basada en el Plan Nacional de Desarrollo de la República Democrática del Congo, destacando la importancia de la diversificación económica y la promoción de la producción local para estimular el empleo y el desarrollo sostenible.
En un contexto marcado por la urgencia de restablecer la paz y la seguridad en la región, la cooperación entre la República Democrática del Congo y Canadá es crucial. Esto implica no sólo apoyar a la República Democrática del Congo en sus esfuerzos por estabilizar la situación, sino también fomentar una verdadera asociación basada en valores comunes como el respeto a los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho.
La diplomacia entre la República Democrática del Congo y Canadá se ha consolidado así como un vector esencial para construir un futuro pacífico y próspero para la región. Trabajando estrechamente juntos, los dos países pueden contribuir significativamente a la resolución del conflicto y la promoción del desarrollo sostenible en la República Democrática del Congo».