La reciente negativa de las donaciones realizadas por el presidente William Ruto y el gobernador de Nairobi, Johnson Sakaja, a la archidiócesis católica de Nairobi durante una misa en la iglesia católica de Soweto ha provocado fuertes reacciones en la comunidad religiosa y en la sociedad keniana. La decisión del arzobispo Philip Anyolo de rechazar estas contribuciones, en línea con la política de la Conferencia Episcopal de Kenia que prohíbe a la Iglesia católica aceptar donaciones políticas, ha puesto de relieve la cuestión de la independencia y de la integridad de la Iglesia en un contexto político tenso.
El anuncio del arzobispo Anyolo de devolver los fondos y las promesas hechas por los políticos, así como de rechazar el autobús ofrecido, pone de relieve el deseo de la Iglesia de preservar su neutralidad e integridad ante cualquier intento de influencia externa. La firme postura de la Iglesia sobre las donaciones políticas resalta la importancia de mantener un espacio espiritual y comunitario independiente de cualquier sesgo político, para servir mejor a los fieles y a la comunidad en su conjunto.
La medida se produce en un contexto en el que la Conferencia Episcopal Católica de Kenia expresó recientemente su preocupación por la gestión del gobierno y pidió un liderazgo ético y responsable. Los obispos destacaron los desafíos económicos que enfrenta el país, así como las crecientes preocupaciones de seguridad, incluidos secuestros, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales. Pidieron al gobierno que actúe para resolver estos problemas urgentes y satisfacer las expectativas de los ciudadanos.
El llamado de los obispos a un liderazgo responsable resalta la necesidad de que los políticos se centren en el buen gobierno y aborden los problemas reales que enfrentan los kenianos a diario. La crítica a los impuestos considerados excesivos y la defensa de las familias afectadas por la violencia reciente reflejan el deseo de la Iglesia católica de participar activamente en la vida social y política del país, permaneciendo fiel a su misión espiritual.
En conclusión, la decisión de la Arquidiócesis de Nairobi de rechazar donaciones políticas y reafirmar su compromiso con la justicia y la integridad social resalta la importancia de una Iglesia libre de influencias externas y dispuesta a defender los valores de paz, equidad y solidaridad. Este episodio ilustra la necesidad de que las instituciones religiosas y políticas colaboren con respeto mutuo por sus respectivos roles, al servicio del bienestar y la prosperidad de todos los ciudadanos de Kenia.