El FCF Mazembe creó el evento al ganar la prestigiosa Liga de Campeones femenina, una victoria que quedará grabada en la memoria. Frente a su rival en la fase de grupos, los talentosos jugadores de Corbelles brillaron sobre el terreno de juego para ganar con garbo por 1-0, consiguiendo así la primera coronación de la historia del club en esta prestigiosa competición.
Desde el inicio, los Corbelles demostraron una determinación inquebrantable, mostrando un dominio técnico impresionante. Una decisión arbitral concedió un penalti al FCF Mazembe tras una mano de un jugador del AS FAR, ofreciendo así a Marlène Kasaj la oportunidad de marcar el único gol del partido. Esta temprana ventaja permitió a los congoleños tomar ventaja y controlar el resto del partido, con una solidez defensiva ejemplar que sofocó todos los intentos contrarios.
A pesar de su dominio, los Corbelles mostraron cierta torpeza en la zona ofensiva, sin poder realizar plenamente sus acciones. Sin embargo, su disciplina táctica y su solidaridad fueron las claves de su éxito, impidiéndoles encajar un solo gol ante un determinado AS FAR. La portera Fideline Mudimbi también brilló con intervenciones decisivas que mantuvieron la ventaja de su equipo hasta el pitido final.
El segundo tiempo confirmó la supremacía de los Corbelles, que supieron gestionar su ventaja con inteligencia y maestría. A pesar de los esfuerzos de su rival para invertir la tendencia, el FCF Mazembe se mantuvo sólido y concentrado hasta el final, preservando así su merecida victoria. Esta consagración en la Liga de Campeones femenina corona años de esfuerzo y determinación por parte del club, confirmando su lugar entre los mejores equipos del continente.
Con esta victoria histórica, el FCF Mazembe escribe una nueva página de su historia, una página marcada por la pasión, el trabajo duro y el talento. Los Corbelles supieron imponer su juego, su espíritu de equipo y su determinación por conseguir un título prestigioso, enorgulleciendo a todo un club y a todo un país. Esta victoria es el resultado de un largo camino salpicado de obstáculos, pero también es el símbolo del éxito colectivo, apoyado por jugadores excepcionales y por un entrenador profesional. El FCF Mazembe puede celebrar ahora con orgullo esta victoria, saboreando el fruto de su trabajo y su pasión por el fútbol.