El horror de los secuestros en el sector Lulalumene: Un grito de alarma para la seguridad.

Un terrible acto de violencia sacudió el sector de Lulalumene, en la provincia de Kongo-Central, donde milicianos de Mobondo mataron a una persona y secuestraron a otras cuatro y las mantuvieron cautivas durante dos semanas. Finalmente, dos mujeres fueron liberadas, pero cuatro cautivas siguen en peligro. La administración local pide una intervención militar para rescatar a los cautivos y fortalecer la seguridad en la región, que enfrenta importantes desafíos de seguridad.
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Una tragedia sin precedentes azotó el sector Lulalumene, situado en el territorio de Kimvula, provincia del Congo Central. El 24 de noviembre, una emboscada tendida por presuntos milicianos de Mobondo costó la vida a una persona y provocó el secuestro de otras cuatro personas inocentes. Estos secuestradores, originarios de Popokabaka, en la provincia vecina de Kwango, llevaron a sus cautivos a un cautiverio que duró casi dos semanas, sembrando terror y desolación a su paso.

La conmovedora historia de los supervivientes es testigo del horror vivido durante este trágico día. Un vehículo procedente de la aldea de Kinsafu, en el sector de Lubisi, cayó en la trampa tendida por los milicianos de Mobondo en la aldea de Ngana, en la carretera conocida como Nzela ya sima ndako. Los ocupantes fueron amenazados de muerte y en total siete personas fueron secuestradas, entre ellas un hombre, cinco mujeres y un niño de dos años. Desafortunadamente, el hombre fue ejecutado fríamente en el camino a Popokabaka.

Después de catorce días de calvario, dos mujeres finalmente pudieron recuperar su libertad y regresar al pueblo de Kimvula. Su escalofriante historia revela actos inhumanos infligidos por sus captores, una violencia que los marcó para siempre.

Ante esta crítica situación, el administrador de Kimvula, Victor Lusaku, da la voz de alarma. Destaca la urgencia de una intervención militar para rescatar a los otros cuatro cautivos que aún están detenidos, con el riesgo de un desenlace fatal si no se toman medidas. Las zonas fronterizas entre Kimvula y la provincia de Kwango resultaron ser un terreno fértil para las incursiones de las milicias de Mobondo, dando rienda suelta al terror y la desolación.

La ineficacia de las fuerzas armadas en estas regiones fronterizas, debido a su número reducido, movilidad restringida y medios de comunicación limitados, añade una dimensión alarmante a esta crisis. Por lo tanto, Victor Lusaku pide a las autoridades competentes que refuercen la presencia de las fuerzas del orden para contrarrestar la expansión de esta amenaza insidiosa y proteger a la población inocente atrapada en la violencia.

Esta tragedia revela las brechas de seguridad en estas regiones remotas, lo que requiere una respuesta inmediata y coordinada para garantizar la seguridad de las poblaciones locales y poner fin a los abusos de los milicianos de Mobondo. La movilización de recursos y medios apropiados resulta ser una necesidad urgente para restablecer la paz y la estabilidad en estas regiones asoladas por la violencia y la inestabilidad.

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