**Fatshimetry: La lucha contra la violencia contra las mujeres en Kenia**
En las calles de Nairobi todavía resuenan gritos de protesta, pasos decididos y pancartas ondeando. El lunes pasado, cuando el mundo conmemoraba el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la policía de Kenia utilizó gases lacrimógenos para dispersar una marcha pacífica. Un hecho que arrojó dura luz sobre la alarmante realidad de la violencia de género en el país.
Los manifestantes denunciaron enérgicamente la reacción de las fuerzas de seguridad, destacando la falta de acción gubernamental ante esta cuestión candente. Waithira Karanja, residente de Nairobi y portavoz de la multitud, habló con fuerza: «La policía debería protegernos, pero es ella la que nos está matando. Por eso no quieren que protestemos contra estos asesinatos de mujeres. Exigimos responsabilidad.»
Las agencias policiales de Kenia han informado de 97 casos de feminicidios ocurridos en diferentes partes del país sólo en los últimos tres meses. Sin embargo, los activistas señalan que muchos casos siguen sin denunciarse. El propio presidente de Kenia, William Ruto, expresó su consternación por el alarmante aumento de estos casos y pidió esfuerzos colectivos para proteger a las mujeres de la violencia de género.
Mientras el mundo comenzaba 16 días de activismo contra la violencia de género, el activista por la justicia social Happy Olal criticó al gobierno de Kenia por su falta de acciones tangibles. «Ruto no puede simplemente reconocer la existencia del feminicidio. Tiene que actuar. ¿Cuántas personas han sido arrestadas este año por estos crímenes? ¿Cuántas?» declaró con vehemencia.
Las Naciones Unidas han publicado cifras alarmantes: 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionalmente en 2023, el 60% de las cuales murió a manos de su pareja o ser querido. África se vio particularmente afectada, con 21.700 víctimas de los 51.100 asesinatos perpetrados por una pareja íntima o un familiar. El continente también tiene el mayor número de víctimas en relación con su población, con 2,9 víctimas por cada 100.000 habitantes.
Este sombrío panorama pone de relieve la urgencia de actuar, proteger a las mujeres y poner fin a la violencia de género. Las manifestaciones, los llamados a la acción y la movilización social son formas de hacer escuchar las voces de las víctimas y de responsabilizar a quienes violan la dignidad y los derechos de las mujeres. La batalla continúa, en las calles de Nairobi y más allá, por un mundo donde la violencia contra las mujeres no sea más que un oscuro recuerdo del pasado.