**Desastre agrícola en Mbanza-Ngungu: el impacto devastador de las inundaciones en la economía local**
Mbanza-Ngungu, una importante región agrícola del Congo, se vio recientemente afectada por un desastre natural que trastornó la vida de sus habitantes. Las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales devastaron más de 1.000 hectáreas de cultivos, asestando un duro golpe a la economía local y acentuando las dificultades ya presentes en una región frágil.
Las aldeas de los grupos del sector Boko se vieron especialmente afectadas por esta tragedia. Los campos de mandioca, maíz, maní, plátanos, así como cultivos de hortalizas como tomates, berenjenas y cebollinos quedaron completamente destruidos por las furiosas aguas de los ríos Nkokozi y Nvuazi. Una calamidad que sume a una treintena de pueblos y amenaza la seguridad alimentaria de miles de personas.
Victor Nzuzi Mbembe, actor de desarrollo local, subraya el impacto devastador de estas inundaciones sobre la población: “Miles de hectáreas están bajo el agua, sumiendo a la región en una situación de hambruna ya precaria. Los agricultores, ya debilitados por los peligros climáticos, están viendo aniquilados sus medios de subsistencia, lo que está provocando un aumento de los precios de mercado, exacerbando la crisis alimentaria. »
La recurrencia de estas inundaciones es una gran preocupación. El año anterior, la región ya había sido afectada cuatro veces por desastres similares, sin que se proporcionara la asistencia adecuada a los residentes. Los pedidos de implementación de planes de riego están aumentando, pero la infraestructura existente, como diques y presas, está fallando y es insuficiente para proteger los cultivos de los peligros climáticos.
En enero pasado, cerca de 2.000 hectáreas de tierras agrícolas fueron devastadas por inundaciones, sumiendo a la región en una crisis sin precedentes. La vulnerabilidad de esta región a los fenómenos climáticos extremos exige medidas urgentes y eficaces para proteger los medios de vida de las poblaciones locales.
Este nuevo desastre pone de relieve la urgencia de repensar las políticas agrícolas y medioambientales en la región de Mbanza-Ngungu. Las autoridades, las organizaciones internacionales y la sociedad civil deben unir fuerzas para implementar soluciones sostenibles y resilientes a los desafíos climáticos que amenazan la seguridad alimentaria y la economía local. Sólo un esfuerzo colectivo y la conciencia de la urgencia de la situación permitirán proteger a las poblaciones vulnerables y garantizar un futuro próspero para esta región agrícola esencial del Congo.