La carrera presidencial de Namibia está preparada para un punto de inflexión histórico, con la vicepresidenta Netumbo Nandi-Ndaitwah en la primera posición para convertirse en la primera mujer presidenta del país. Mientras el país se prepara para las elecciones presidenciales del miércoles, el panorama político de Namibia está en crisis, con 15 partidos políticos compitiendo por la presidencia y escaños en la Asamblea Nacional.
Con 1,4 millones de personas registradas para votar, lo que representa aproximadamente la mitad de la población, los resultados de las primeras elecciones especiales celebradas para las misiones extranjeras, los marineros y los servicios de seguridad de Namibia muestran que Nandi-Ndaitwah y su partido, la Organización Popular del África Sudoccidental (SWAPO), están a la cabeza.
La SWAPO ha gobernado el país desde su independencia del gobierno minoritario del apartheid de Sudáfrica en 1990. Sin embargo, en 2019 el partido perdió su mayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional por primera vez desde 1994, debido a acusaciones de corrupción y lavado de dinero en la industria pesquera de Namibia.
El profesor de ciencias políticas Henning Melber destaca que, aunque la SWAPO se encuentra en una posición favorable para ganar las elecciones, el partido debe tomar en cuenta los resultados de 2019 como una advertencia. También destaca la necesidad de que el partido atraiga el apoyo de votantes jóvenes que no sienten una conexión con la historia de lucha de liberación del partido.
Nandi-Ndaitwah prometió crear más puestos de trabajo y abordar la tasa de desempleo juvenil del 20%, comprometiéndose a gastar alrededor de 85.000 millones de dólares de Namibia durante los próximos cinco años para crear más de 500.000 puestos de trabajo. Sin embargo, estos objetivos son cuestionados por sus detractores.
Las cuestiones de las mujeres, como los derechos de salud reproductiva, la igualdad salarial y el acceso a la atención médica, podrían desempeñar un papel destacado en las votaciones de los votantes.
Si gana, Nandi-Ndaitwah se uniría al círculo íntimo de presidentas del continente africano, como Ellen Johnson Sirleaf de Liberia, Joyce Banda de Malawi y Samba Panza de la República Centroafricana.
En conclusión, la cuestión electoral en Namibia es crucial, marcada por un deseo de renovación política y cambio social, con cuestiones clave como la juventud, las mujeres y la gobernanza en el centro de las preocupaciones de los votantes namibianos. Quién sabe si Nandi-Ndaitwah se convertirá en la primera mujer presidenta de Namibia, o si la competencia política traerá un cambio inesperado al panorama político de Namibia.