Fatshimetrie, recientemente tuvo lugar en Mwene-Ditu un trágico suceso que pone de relieve la violencia que algunos periodistas pueden afrontar en el ejercicio de sus funciones. Dos de nuestros compañeros, Stanis Kazadi y Jean Paul Koel Tshimanga, fueron víctimas de un brutal ataque mientras cubrían una manifestación de los mototaxistas de la ciudad.
Este jueves oscuro será recordado para siempre. Mientras los conductores protestaban contra un impuesto de estacionamiento impuesto por el municipio, nuestros periodistas fueron atacados, despojados de sus pertenencias y brutalizados. Los actos perpetrados contra ellos son imperdonables y demuestran una violencia inaceptable contra quienes simplemente buscan denunciar los hechos de manera imparcial.
Mohnabe Kanyinda, secretario del UNPC Mwene-Ditu, denunció enérgicamente estos actos de barbarie. La Unión Nacional de la Prensa Congoleña (UNPC) Lomami-Sud reaccionó imponiendo un embargo a toda la cobertura mediática de las actividades de los mototaxistas en la región, como señal de solidaridad con nuestros colegas atacados.
Es imperativo que se haga justicia y que los culpables sean llevados ante la justicia. Estos ataques a periodistas son un ataque a la libertad de prensa, pilar de cualquier sociedad democrática.
Como periodistas, debemos permanecer unidos ante tales actos de violencia y continuar ejerciendo nuestro deber de informar al público con total transparencia. Los periodistas no deben temer por su seguridad mientras llevan a cabo su misión esencial de informar los hechos y mantener informado al público.
Este triste asunto nos recuerda la necesidad de proteger la libertad de prensa y los derechos de los periodistas. Apoyamos a nuestros colegas que han sido atacados y exigimos que se haga justicia. Nuestras plumas nunca se dejarán intimidar por la violencia, porque la verdad siempre tiene la última palabra.