La trágica desaparición de Jemimah Mambara Mogwo ha puesto de relieve una vez más la creciente vulnerabilidad de las mujeres en un contexto de inseguridad generalizada. Ante esta alarmante realidad, la Fundación Élysée Monnde Azidamas Remèdes (FEMAR) reaccionó pidiendo medidas inmediatas para proteger a las mujeres y los niños, en particular mediante la educación de defensa personal desde una edad temprana. En un mundo donde, lamentablemente, la violencia y las agresiones forman parte de la vida cotidiana de muchas mujeres, es fundamental proporcionarles las herramientas necesarias para protegerse.
La autodefensa es presentada por FEMAR como un verdadero escudo contra agresiones físicas, sexuales y psicológicas. Al integrar la enseñanza de técnicas de autodefensa en los programas escolares, los jóvenes podrían adquirir las habilidades necesarias para prevenir y reaccionar eficazmente ante cualquier forma de agresión. También es esencial educar a niños y hombres sobre el respeto del espacio personal de los demás, contribuyendo así a promover una sociedad más igualitaria y solidaria.
Al mismo tiempo, una formación específica para las mujeres les ayudaría a proteger su entorno cotidiano, ya sea en la calle, en el transporte o en el trabajo. Esta capacitación debe incluir ejercicios prácticos y consejos concretos sobre qué hacer en caso de un ataque, ofreciendo así un enfoque integral y pragmático para fortalecer la seguridad de las mujeres.
Además, FEMAR subraya la importancia de fortalecer la legislación y el acceso a la justicia para las víctimas de ataques. Mejorar el acceso a la justicia, garantizar una tramitación rápida de las denuncias y sensibilizar sobre los derechos de las mujeres son acciones esenciales para garantizar una protección eficaz contra los ataques y permitir a las víctimas reconstruir sus vidas.
Para complementar estas medidas, es fundamental habilitar espacios de apoyo psicológico y comunitario a las víctimas de agresiones. Apoyar a las personas traumatizadas en su proceso de curación, ofrecerles una escucha comprensiva y recursos adaptados son elementos clave para ayudarles a reconstruirse y recuperar la confianza en sí mismos.
Finalmente, la solidaridad y la vigilancia colectiva son valores esenciales en la lucha contra la violencia contra las mujeres. Fomentar el establecimiento de redes de apoyo, el uso de aplicaciones de seguridad para informar rápidamente de peligros y promover la solidaridad entre los miembros de la sociedad son acciones concretas que contribuyen a fortalecer la seguridad de las mujeres.
En conclusión, la Fundación FEMAR llama a una acción concertada entre las autoridades, la sociedad civil y las comunidades locales para fortalecer la seguridad de las mujeres.. La autodefensa, el acceso a la justicia, el apoyo psicológico y la solidaridad son pilares esenciales para construir una sociedad más segura, más igualitaria y decididamente centrada en la protección de los derechos de las mujeres. Es urgente que todos participemos en esta lucha para garantizar un futuro más seguro y equitativo para todos.