En noticias recientes, vuelve a causar revuelo mundial el uso intensivo de las redes sociales para la difusión de mensajes de caos y amenazas. Después de un primer período convulso entre 2017 y 2021 con Donald Trump al frente de Estados Unidos, el mundo vuelve a encontrarse en vilo, a casi ocho semanas del inicio de su segundo mandato.
Las recientes declaraciones del presidente electo en las redes sociales anunciando posibles nuevas guerras comerciales con Canadá, México y China han vuelto a hundir a Estados Unidos en una postura de inestabilidad, capaz de hundir en una crisis a un amigo o enemigo extranjero en un instante.
Trump amenazó el lunes pasado con implementar fuertes aranceles a sus dos vecinos del hemisferio occidental si no logran detener el flujo de migración ilegal y fentanilo a través de sus fronteras. Además, exigió que China deje de enviar la droga.
Esta primera gran crisis global desde su reelección plantea varias preguntas esenciales que ayudarán a definir el carácter de su segundo mandato.
¿Trump piensa en serio en implementar aumentos arancelarios masivos que podrían elevar los precios para los consumidores estadounidenses a principios de su segundo mandato, ganado en parte porque los votantes estaban muy frustrados con la inflación y los costos de la vivienda y los alimentos?
¿O el presidente electo se regodea en su opinión de que la vida y la política son sólo una serie de negocios inmobiliarios? ¿Está presentando una posición extrema para crear influencia en acuerdos que podrían ser modestos pero que mejorarían su imagen como negociador?
Existe una tercera posibilidad: que Trump se sienta liberado por su victoria electoral y esté decidido a impulsar su proyecto America First más lejos que durante su primer mandato, cuando sus asesores a menudo controlaban sus instintos más volátiles.
Muchos votantes de Trump desprecian profundamente los sistemas político, económico, comercial y diplomático que creen que les han perjudicado financieramente y que creen que sirven a las élites nacionales y globales. Quieren que su héroe MAGA los desmantele, sin tener una idea clara de qué los reemplazaría.
Así que Trump podría simplemente crear titulares para mostrar a sus seguidores que ya está luchando por sus intereses. ¿O podría tener algo más radical en mente? El segundo camino podría llevar a Estados Unidos y al mundo a territorio peligroso. La idea de que podría sacrificarlo todo podría hundir a Estados Unidos en guerras comerciales económicamente devastadoras y provocar confrontaciones peligrosas en un mundo mucho más inestable desde que dejó el poder hace cuatro años..
Queda por ver qué nos deparan los próximos meses para el desarrollo de los acontecimientos. Si los tres países involucrados toman medidas significativas, es posible que Trump revierta sus comentarios. De lo contrario, pronto podríamos ver aumentos importantes de precios.
También hay dudas sobre si Trump está fanfarroneando o planea llevar a cabo una presidencia revolucionaria. Sus ambiciosos planes para reducir drásticamente el gobierno federal con una nueva iniciativa copresidida por Elon Musk podrían provocar una profunda agitación política y económica que podría resultar contraproducente. Asimismo, su compromiso con una expulsión masiva de hasta 10 millones de inmigrantes indocumentados, una operación que costaría miles de millones de dólares y podría dañar el sector agrícola, también presenta altos riesgos políticos.
Esta incertidumbre también se refleja en el exterior. Algunos en Occidente temen que Trump saque a Estados Unidos de la OTAN o se niegue a defender a un miembro de la alianza bajo ataque de Rusia. ¿Estaría dispuesto el presidente electo a desmantelar la alianza militar más exitosa de la historia? ¿O simplemente está buscando más gasto en defensa por parte de algunos de los países europeos menos obedientes?
En otras palabras, ¿está Trump imaginando un mandato centrado en el espectáculo y la superación que, como el primero, finalmente logre realizar cambios en su mayoría incrementales? ¿O realmente está intentando, como quieren algunos de sus seguidores, destruirlo todo?
El repentino comienzo de estas amenazas el lunes, con aranceles del 25% a las importaciones canadienses y mexicanas y un aumento adicional del 10% a los productos chinos ya gravados, es la última señal del deseo del presidente electo de imponer rápidamente su fuerza.
Esto causó revuelo en Ottawa, y el primer ministro Justin Trudeau aprovechó para entablar una conversación telefónica con Trump que calificó de «buena». Horas más tarde, Trump había llamado la atención de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien advirtió sobre una posible reciprocidad arancelaria después del 20 de enero.
Esta maniobra del presidente electo creó una medida inmediata para evaluar si su segundo mandato será un intento de causar una perturbación mucho más profunda.
No hay garantía de que Canadá, México y China cedan inmediatamente.
Sin embargo, las muertes por sobredosis de fentanilo y otros opioides sintéticos están disminuyendo. Además, las promesas de Trump de imponer políticas migratorias estrictas probablemente disuadirán a muchos migrantes de acercarse a la frontera sur de Estados Unidos.
El mundo está conteniendo la respiración, esperando ver si estas amenazas trumpianas son meros trucos o confirman una nueva era de agitación radical.