En un contexto marcado por una ambición creciente, los agricultores benineses se embarcan en un gran desafío: cosechar el doble de soja este año, con el objetivo de duplicar esta producción en los próximos dos años. Esta audaz empresa es parte de una nueva dinámica para el país, al tiempo que enfrenta grandes desafíos y limitaciones.
La reciente prohibición de las exportaciones de soja ha llevado a los actores del sector a reconsiderar su estrategia. A partir de ahora, la atención se centrará en el procesamiento local de la soja, estimulando así la creación de una asociación interprofesional específica. Esta nueva orientación tiene como objetivo apoyar a los procesadores locales y promover la producción nacional.
Anteriormente, una parte de la soja beninesa se destinaba a la exportación, en particular a China, donde se apreciaba su calidad para la alimentación humana. Sin embargo, la prohibición de exportar ha empujado a los actores del sector a recurrir al mercado local, mediante la instalación de unidades de procesamiento semiindustriales y tradicionales. Esta estrategia no sólo satisface la demanda interna, sino que también impulsa la economía local.
La locura por el cultivo de soja en Benin se basa en varios factores clave. En primer lugar, la soja es un cultivo relativamente fácil de cultivar y requiere menos insumos que otros cultivos. Además, como leguminosa, la soja ayuda a enriquecer el suelo con nitrógeno, lo que la convierte en una opción atractiva para los agricultores. A pesar del alto costo de producción, la soja sigue siendo más rentable que otros cultivos, lo que motiva a los agricultores a invertir en su producción.
La aparición de nuevas instalaciones de transformación, como la zona industrial de Glo-Djigbé, representa un gran paso adelante para el sector. Las previsiones de 500.000 toneladas de producción este año ilustran el compromiso de los agricultores para alcanzar objetivos ambiciosos. Este crecimiento exponencial de la producción de soja en Benin es testimonio de la evolución de las prácticas agrícolas y del compromiso de los actores del sector.
En un momento en que los jóvenes graduados en agricultura recurren cada vez más al cultivo de soja, el futuro del sector parece prometedor. El progreso técnico y las inversiones en investigación permiten prever un crecimiento continuo de la producción en los próximos años. El programa nacional de desarrollo del sector prevé incluso una producción de un millón de toneladas de aquí a 2026, abriendo así nuevas perspectivas para el sector agrícola beninés.
En resumen, el cultivo de soja en Benin representa una verdadera historia de éxito, que combina ambición, innovación y compromiso con una agricultura más sostenible y próspera.. Esta transición a una producción local y valiosa representa un importante punto de inflexión para el sector agrícola beninés, allanando el camino para un futuro prometedor y floreciente para el sector de la soja.