En la ceremonia de entrega de premios de la Fundación Tusk celebrada en el Hotel Savoy de Londres, el Príncipe William, patrón real de la fundación, honró a tres ganadores por su destacado compromiso con la conservación en África.
Entre los ganadores se encontraba Nomba Ganamé, ganadora del Premio Príncipe William de Conservación en África. Como gerente de operaciones de campo del Proyecto de Elefantes de Mali, Ganamé jugó un papel esencial en la preservación de los elefantes únicos de Mali.
El Premio Tusk a la Conservación en África fue otorgado a Edward Aruna. Al fundar el Programa de Reptiles y Anfibios de Sierra Leona en 2012, Aruna obtuvo reconocimiento nacional por su importante trabajo.
Claver Ntoyinkima ganó el premio Wildlife Guardians, que celebra la dedicación de una persona que trabaja sobre el terreno todos los días para proteger la vida silvestre africana. Ntoyinkima trabaja en el Parque Nacional Nyungwe, Ruanda.
El Príncipe William enfatizó durante la ceremonia: «Me considero los afortunados. Vivimos en un mundo donde existe una vida salvaje increíble. Y espero que esto continúe durante las generaciones venideras».
“Quiero que mis hijos vivan en un mundo donde las golondrinas todavía migran, donde los gorilas todavía habitan los bosques brumosos de Uganda y donde los rinocerontes todavía deambulan por las áridas tierras de Namibia. Será gracias a líderes extraordinarios como los que celebramos hoy. esto se hará realidad”, añadió.
África se encuentra actualmente en la primera línea de una batalla crucial por la conservación.
El cambio climático, la caza furtiva y la sobrepesca siguen siendo obstáculos importantes en la lucha por preservar la vida silvestre.
Las imágenes del Príncipe William entregando los premios a los ganadores en conservación resaltaron la importancia de estos esfuerzos para proteger la vida silvestre africana e inspiraron a otros a unirse a esta causa vital.