La historia del número 666 es una de esas curiosidades que despiertan al mismo tiempo fascinación y preocupación. Comúnmente asociado con el “número de la bestia”, el 666 transmite un aura de misterio que se remonta a los textos y tradiciones antiguos que han forjado su reputación actual. Pero ¿qué hace que este número sea tan temido y cargado de simbolismo negativo?
El origen bíblico del 666
El miedo que rodea al 666 proviene principalmente de la Biblia, específicamente del Libro del Apocalipsis en el Nuevo Testamento. En este texto sagrado se hace referencia al 666 como “el número de la bestia”. La “bestia” se interpreta como un símbolo del mal o una representación del diablo. Apocalipsis 13:18 dice: «El que tenga entendimiento, calcule el número de la bestia; porque es el número del hombre, y su número es seiscientos sesenta y seis». Esta asociación con fuerzas oscuras ha contribuido a que muchos cristianos eviten el 666 por miedo.
Algunos eruditos sugieren que este número pudo haber sido utilizado como un código secreto para referirse al emperador romano Nerón, famoso por perseguir a los primeros cristianos. En aquella época, los números solían estar vinculados a los nombres mediante un sistema llamado gematría, donde las letras tenían valores numéricos. Las letras del nombre de Nerón, sumadas, suman 666, lo que explicaría por qué los primeros cristianos vinculaban este número con el mal.
La persistencia de la desconfianza hacia el 666
Incluso hoy en día, muchas personas sienten cierta aprensión por el número 666. Esta preocupación persistente puede explicarse por las historias y advertencias que circulan al respecto. La influencia de películas y libros que representan el 666 como un signo del mal continúa alimentando esta creencia. En algunas culturas, la gente intenta evitar el 666 a toda costa. Por ejemplo, algunos edificios omiten el piso 666 y algunas aerolíneas evitan usar ese número para designar asientos a bordo.
¿Es el 666 realmente malvado?
Más allá de los miedos que lo rodean, el 666 es, en definitiva, sólo un número. Para algunos puede simbolizar algo negativo, pero para otros es simplemente una secuencia de números sin ningún impacto real en sus vidas. Se adhiera o no a la superstición, es fundamental respetar a quienes se sienten incómodos en su presencia.
En conclusión, el número 666 ha adquirido significado a lo largo de los siglos y su historia ilustra cómo los símbolos pueden ejercer influencia sobre nosotros. Así que, aunque algunos prefieran evitarlo, conocer su origen puede calmarnos y recordarnos que, a veces, las cosas son sólo lo que nosotros hacemos.