El acceso a la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza se enfrenta a un nuevo gran obstáculo, con la decisión de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos de suspender las entregas a través del cruce de Kerem Shalom, una de las principales rutas de ayuda humanitaria en la región.
La medida surge tras las continuas preocupaciones sobre la seguridad a lo largo de esta ruta, donde se han reportado varios incidentes en los últimos meses. Entre ellos, un convoy de camiones de ayuda fue asaltado por bandas armadas el 16 de noviembre, y algunos camiones de comida también fueron secuestrados el sábado siguiente.
En una declaración pública, la agencia denunció los crecientes obstáculos que obstaculizan las operaciones humanitarias, señalando el actual asedio, las obstrucciones de las autoridades israelíes, las restricciones políticas sobre las cantidades de ayuda, la falta de seguridad en la cadena de suministro de las carreteras y los ataques a la policía local.
Pidió a Israel que garantice un acceso fluido a la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. En respuesta, el ejército israelí anunció que había permitido que 40 camiones que transportaban 600 toneladas de harina para el Programa Mundial de Alimentos ingresaran al sur de la Franja de Gaza el domingo por la tarde, junto con otros 16 camiones de alimentos.
A pesar de sus esfuerzos por intensificar el flujo de ayuda, Israel admitió que el número medio diario de camiones humanitarios autorizados a entrar en la Franja de Gaza en noviembre aumentó hasta 77 por día desde los 57 del mes anterior, según cifras oficiales israelíes. Sin embargo, los niveles siguen estando entre los más bajos en 15 meses de conflicto.
Según la ONU, menos de la mitad de la ayuda llega a los palestinos debido a las restricciones militares israelíes, los combates y los vuelos que hacen que las entregas sean demasiado peligrosas.
Esta situación pone de relieve la urgencia de encontrar soluciones duraderas para garantizar un acceso seguro y fiable a la asistencia humanitaria para la población de la Franja de Gaza, que depende de estas entregas para satisfacer sus necesidades esenciales durante este momento difícil.