Fatshimétrie, su punto de encuentro imprescindible para la actualidad africana. A la sombra de las majestuosas montañas de Kigali, tuvo lugar un acontecimiento de trascendental importancia, que llamó la atención del mundo sobre las cuestiones cruciales que afectan al continente africano. El cardenal Fridolin Ambongo, figura emblemática y portavoz de las voces africanas, iluminó el escenario con su sabiduría y compromiso durante la reunión del comité permanente de la SECAM.
En el centro de los debates surgieron cuestiones esenciales: la seguridad, la atención pastoral y los desafíos sociales que marcan el camino de África. En un diálogo intenso y constructivo, los presidentes de las conferencias regionales y la secretaría general intercambiaron ideas, sondearon conciencias y esbozaron perspectivas comunes. Para el cardenal Ambongo, este encuentro tiene una importancia crucial, ya que ofrece una plataforma para intercambios conducentes a una colaboración reforzada entre los obispos africanos, impulsada por la búsqueda de una reflexión colectiva sobre los desafíos venideros.
Durante las entrevistas, el cardenal expresó su preocupación por las persistentes tensiones que afligen a la República Democrática del Congo, Ruanda y Burundi, y pidió una reconciliación inspirada en los valores de la fraternidad y la unidad de los cristianos. En un vibrante llamado a la acción por parte de los líderes políticos, abogó por una estabilidad duradera, enfatizando la profunda aspiración de las poblaciones de vivir en paz y seguridad. Consciente de los límites de la Iglesia en materia de conflicto político, el cardenal reafirmó, sin embargo, su misión profética de testimonio y esperanza, sembrando las semillas de una reconciliación fructífera.
La situación de seguridad en el este de la República Democrática del Congo ocupó un lugar preponderante en los debates. El cardenal Ambongo reiteró sus denuncias sobre la supuesta implicación de Ruanda en esta crisis, señalando la inercia de la comunidad internacional, a la que calificó de cómplice de su silencio. Defensor incansable de la soberanía y la integridad territorial de la República Democrática del Congo, advirtió sobre los riesgos de balcanización del país, abogando incansablemente por soluciones inclusivas y pacíficas.
El encuentro de Kigali fue aclamado como un modelo de sinodalidad a escala continental. El cardenal Ambongo destacó la vital importancia de estos encuentros para fortalecer la unidad y la misión pastoral de la Iglesia en África. Preludio de la asamblea plenaria prevista para el próximo año en esta misma ciudad, este encuentro fue escenario de un compromiso inquebrantable de los obispos africanos en favor de la justicia, la paz y el desarrollo integral del continente.
A la luz centelleante de Kigali se alzó una voz, la del cardenal Fridolin Ambongo, eco vibrante de las aspiraciones de un continente en busca de paz, reconciliación y unidad. Porque más allá de las montañas y los valles, es el alma de África la que resuena llevando un mensaje de esperanza y fraternidad.