Fatshimetrie: El drama del Saint Léon College de Mbuji-Mayi sacude a la comunidad educativa
La comunidad educativa de Mbuji-Mayi está sumida en el luto y la tristeza tras la tragedia ocurrida en el Collège Saint Léon. El pasado sábado 30 de noviembre, un viaje escolar que debería haber sido fuente de aprendizaje y descubrimiento se convirtió en una tragedia, marcando para siempre la vida de esta institución educativa.
La historia del accidente es conmovedora: durante una excursión educativa, una losa se desplomó en el río Lubilanji en Tshala, llevándose consigo a varios estudiantes. Si bien algunos fueron rescatados, lamentablemente se perdieron las vidas de dos jóvenes: Giresse Tshibemba Mukendi y Mbiya Tshimanga Ephraim. La desaparición de Tshisekedi Mbuyi y Ngabu Kajingu, aún desaparecidos, deja un sentimiento de angustia y consternación en la comunidad escolar.
Ante esta tragedia, padres de familia, docentes y autoridades escolares están unidos en el dolor. Los días pasan, pero las puertas del Colegio Saint Léon permanecen cerradas, lo que atestigua el dolor que se apodera de sus miembros. La solidaridad y el apoyo mutuo están en el centro de cada gesto, de cada palabra intercambiada durante este doloroso período.
La onda expansiva de esta tragedia se extendió más allá de los muros del establecimiento y afectó a toda la ciudad de Mbuji-Mayi y más allá. Hay muchas preguntas, las mentes buscan respuestas, pero por ahora lo que tiene prioridad es la meditación y el apoyo a las familias en duelo.
En estos tiempos oscuros, la comunidad educativa de Mbuji-Mayi encuentra en la unidad y la solidaridad la fuerza para superar lo incomprensible. Las lecciones de este drama son amargas, pero fortalecen el deseo de proteger y apoyar a cada estudiante en el camino hacia el conocimiento y la realización.
La luz acabará por atravesar la oscuridad que envuelve el Colegio Saint Léon de Mbuji-Mayi. Mientras tanto, es a través de la unidad y el apoyo mutuo que la comunidad educativa saca fuerzas para afrontar la adversidad y sanar sus heridas.
En cada mirada molesta, en cada gesto de consuelo, resuena la esperanza de que el futuro sea más misericordioso, más seguro, para que nunca más una tragedia así ensombrezca la vida cotidiana de quienes aspiran a aprender, a crecer y a triunfar. . para florecer en el Collège Saint Léon.
Michel CYALA