**Una nueva era en Washington: el inesperado entendimiento entre Donald Trump y Elon Musk**
El malestar político en Washington está alcanzando nuevas alturas con la inesperada alianza entre el presidente electo Donald Trump y el hombre más rico del mundo, Elon Musk. Su reciente maniobra socavó un compromiso financiero temporal orquestado por el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, para mantener abierto el gobierno hasta el inicio del mandato de Trump.
Este proyecto de ley provisional proporciona casi 100 mil millones de dólares para ayudar a los estadounidenses afectados por varios desastres nacionales, apoyar a los agricultores, reconstruir el puente Francis Scott Key en Baltimore y criminalizar la pornografía de venganza.
Sin embargo, la acción de Trump y Musk sumió a la capital en una de sus clásicas crisis de fin de año, poniendo en duda las esperanzas de Johnson de conservar su puesto y presagiando una muestra del caos que podría reinar durante el segundo mandato de Trump.
La jornada de derrota se vio acentuada por el décimo día consecutivo de pérdidas en el Dow Jones, igualando el desempeño establecido bajo la administración Ford. Las caídas subrayan un momento nacional volátil y algunos de los desafíos económicos que Trump podría enfrentar después de que la Reserva Federal advirtiera que la inflación aumentaría el próximo año.
El cuestionamiento de la iniciativa de financiación de Johnson provocó sorpresa y confusión en el Capitolio. Para muchos partidarios de Trump y defensores de los medios conservadores que anticipan recortes masivos a los programas federales, el caos es intencionado. Incluso si el estancamiento conduce a un peligroso cierre del gobierno, podría representar un progreso para algunos, que desprecian al propio gobierno en el lado populista de derecha. Al atacar el status quo político incluso antes de prestar juramento, Trump está haciendo exactamente lo que prometió hacer durante su campaña electoral.
Sin embargo, el repentino embrollo también puso de relieve uno de los principales desafíos que Trump enfrentará en su segundo mandato: si quiere aprobar sus recortes de impuestos, avanzar en sus reformas migratorias, defender el país y dejar un legado significativo, tendrá que encontrar una manera. gobernar, incluso si eso lo pone en conflicto con sus partidarios de base y los ideólogos del movimiento “Make America Great Again”, que parecen dispuestos a destruir el gobierno.
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