**Fatshimetrie: medicamentos que salvan vidas para las víctimas de abusos cometidos por la milicia Mobondo en el hospital de Kwamouth**
En el corazón de la provincia de Bandundu, más precisamente en la ciudad de Kwamouth, el hospital general es escenario de una acción humanitaria que acude en ayuda de las víctimas de las atrocidades perpetradas por la milicia Mobondo. De hecho, el Programa de Desarrollo del Sistema de Salud (PDSS) donó recientemente a este establecimiento de salud un gran lote de medicamentos por valor de 75.000 dólares.
Estos preciosos productos están destinados al tratamiento de las víctimas de la violencia indiscriminada de la milicia Mobondo, incluidas las heridas de bala, las víctimas de quemaduras y otros pacientes que requieren atención urgente. El gesto generoso del PDSS alivia así la angustia de estas personas vulnerables que se han visto afectadas por acontecimientos trágicos.
El gobernador de la provincia, Lebon Nkoso Kevani, intervino personalmente para solicitar esta asistencia crucial para los heridos y quemados, que se encontraban en la indigencia y no podían recibir la atención necesaria. De hecho, hace unas semanas, los milicianos de Mobondo cometieron actos de barbarie al tomar como rehenes a 30 personas, a las que luego encerraron en una casa antes de prenderle fuego, causando graves heridas a varias personas.
Lebon Nkoso Kevani da testimonio del agradecimiento de la población de Kwamouth hacia el PDSS por su capacidad de respuesta y generosidad. Gracias a este lote de medicamentos, que incluye 540 cajas de importante valor, los pacientes quemados podrán por fin beneficiarse de los cuidados que necesitan para recuperarse de su trauma físico. Esta acción llena un vacío crucial dentro del Hospital General de Kwamouth, asegurando y mejorando así la atención de las personas afectadas por estos trágicos acontecimientos.
En conclusión, esta gran solidaridad y apoyo brindado por el PDSS al hospital de Kwamouth es un rayo de esperanza para estas víctimas de la milicia Mobondo. También es un testimonio de la capacidad de la sociedad civil y los socios humanitarios para unir fuerzas para aliviar el sufrimiento de los más vulnerables. Esta acción encarna la bondad y la fraternidad que nos animan como seres humanos, demostrando que la solidaridad sigue siendo un pilar esencial para construir un mundo mejor.