El bárbaro ataque perpetrado por milicianos de Mobondo en Kwamouth sumió a la provincia de Maï-Ndombe en el horror y el sufrimiento. Los supervivientes, víctimas inocentes de esta indescriptible tragedia, fueron ingresados de urgencia en el Hospital General de Referencia de Kwamouth, donde su estado de salud requiere cuidados médicos intensivos.
Ante esta desesperada situación, el gobierno provincial, bajo el liderazgo del gobernador Nkoso Kevani Lebon, tomó medidas inmediatas. Para ayudar a los desafortunados supervivientes y aliviar la escasez de material médico en el hospital se asignó ayuda de emergencia, incluida ayuda financiera y un gran lote de medicamentos. Además, se obtuvo un importante aporte de medicamentos por valor de 75.000 dólares del Programa de Desarrollo del Sistema de Salud (PDSS) para atender las necesidades apremiantes de los afectados por este salvaje ataque.
El gobernador Nkoso Kevani Lebon elogió el trabajo ejemplar del director médico del hospital de Kwamouth y destacó los avances realizados cada día en el tratamiento de los heridos, especialmente los que sufren quemaduras graves. Sin embargo, la situación de seguridad sigue siendo crítica en la región, donde las milicias Mobondo llevan a cabo crueles represalias contra los civiles, exacerbando las tensiones y el terror entre las poblaciones locales, en particular los Teke.
El gobernador denunció esta violencia indiscriminada y explicó que los ataques de las milicias son a menudo actos de venganza tras enfrentamientos con las fuerzas armadas regulares. También señaló la falta de representación auténtica de los líderes tradicionales locales, acusando a los impostores de usurpar su papel legítimo.
A pesar de los desafíos de seguridad que persisten, el gobernador destacó que la responsabilidad principal de garantizar la seguridad de los ciudadanos recae en el gobierno central. Sin embargo, se comprometió a abogar por medidas rápidas y efectivas para garantizar la protección de los residentes y poner fin a la violencia sin sentido que azota la región.
El mortal ataque del 9 de diciembre devastó Kwamouth y la provincia de Maï-Ndombe, dejando tras de sí vidas destrozadas y un profundo trauma. El terrible saldo de 12 personas quemadas vivas y muchas otras heridas recuerda la urgencia de una acción concertada para impedir nuevos actos de barbarie y restablecer la paz en esta región devastada.
En conclusión, la respuesta humanitaria y médica proporcionada a los supervivientes del ataque de la milicia Mobondo en Kwamouth es un primer paso esencial hacia la curación y la reconstrucción. Sin embargo, la estabilidad y la seguridad a largo plazo requerirán medidas más amplias y esfuerzos sostenidos para prevenir nuevos actos de violencia y restablecer la confianza de la comunidad.