Fatshimetrie: la conmovedora historia de Yana Felos, una madre ucraniana, llega a Londres con una maleta que contiene principalmente ropa infantil y a su pequeña hija. Huyó de la invasión total de Rusia y encontró refugio en el Reino Unido en abril de 2022. Al encontrarse sin amigos, familia ni comunidad, tuvo que empezar su vida desde cero. Originario de una región de habla rusa del este de Ucrania, la guerra destruyó lo que quedaba de su comunidad. Su abuela se había mudado temporalmente a Bielorrusia antes de la guerra y luego se quedó cuando comenzó la invasión. Sus padres habían muerto hacía años. Algunos de sus amigos también adoptaron un camino político prorruso, dejando a Yana sin ninguna conexión con Ucrania.
Su última conexión con Ucrania fue su marido, pero él no pudo salir del país y después de tanto tiempo en el extranjero, recientemente finalizaron su divorcio. A pesar de las esperanzas de su marido de que la guerra terminara, Yana hace tiempo que abandonó la idea de que Ucrania algún día podría ser lo suficientemente segura como para formar una familia.
Dos años después de llegar a Londres, Yana se encuentra entre los 6,8 millones de refugiados ucranianos que viven en el extranjero, principalmente en Europa, y cuyo futuro está sumido en la incertidumbre. Cada día se da cuenta de las consecuencias si el gobierno británico no renueva su visa de refugiada en 2025, sin tener un plan de respaldo.
A pesar de estos desafíos, Yana logró construir una nueva vida en Londres. Encontró su propio apartamento y un trabajo como profesora de inglés en un centro de aprendizaje permanente. Habiendo decidido no regresar a Ucrania después de su divorcio, ahora se dedica a brindarle a su hija Alisa, de 6 años, un futuro mejor.
Ante la fragmentación de las comunidades y la lucha económica en Ucrania, el gobierno busca alentar el regreso de los refugiados, en su mayoría mujeres y niños. Se creó un Ministerio de Unidad Nacional para ofrecer programas e incentivos que alienten el regreso de los ucranianos que viven en el extranjero.
Sin embargo, aún quedan muchos obstáculos. La precaria situación económica y la fuga de cerebros plantean preocupaciones sobre el futuro de Ucrania. Cada mes adicional de guerra provoca que los ucranianos se adapten en el extranjero y provoca más destrucción en casa, lo que reduce las posibilidades de retorno.
A medida que persisten los enfrentamientos, crece la presión para encontrar una solución diplomática. Rusia continúa bombardeando infraestructuras energéticas y zonas residenciales en Ucrania, mientras el país sufre una ola de ataques con misiles balísticos y drones.
A pesar de estos desafíos, Yana y su hija Alisa se aferran a sus vidas en Londres, buscando reconstruir un futuro mejor lejos de los horrores de la guerra en Ucrania.. Su historia ilustra la difícil vida diaria de millones de refugiados ucranianos esparcidos por todo el mundo, a la espera de un futuro más seguro y pacífico.