En el corazón de la economía senegalesa, el maní ocupa un lugar preponderante. El país, tercer productor de maní de África, tomó recientemente una decisión radical al suspender las exportaciones de sus semillas. Esta medida tiene como objetivo promover la transformación local del maní senegalés, lo que ha suscitado diversas reacciones en el sector.
La cuestión central que surge es la de elegir entre exportar y proteger el mercado local. Desde hace varios años, el maní es uno de los principales productos de exportación de Senegal y garantiza los ingresos de millones de agricultores y de muchos hogares. Sin embargo, estas exportaciones masivas han provocado en ocasiones tensiones dentro del sector, y los procesadores locales a veces se encuentran con dificultades para obtener las materias primas esenciales para su actividad. En particular, tras un acuerdo firmado entre China y Senegal en 2014.
En este contexto, las autoridades senegalesas tomaron la decisión de suspender las exportaciones de maní, por primera vez en el país. A cambio, se fijó un precio de compra más alto, lo que demuestra el deseo de favorecer a los procesadores locales. Esta medida parece ser bien recibida por los pequeños productores y los oleaginosos locales, que se benefician así de un precio más alto y seguro para sus cosechas.
La principal empresa procesadora de maní de Senegal, Sonacos, reaccionó positivamente a esta decisión relanzando unidades de procesamiento que habían estado cerradas durante varios años. Con sus distintas fábricas, Sonacos se ha fijado objetivos ambiciosos en términos de procesamiento de maní y creación de empleo.
Sin embargo, por parte de los grandes productores, esta decisión genera preocupaciones, en particular debido a la diferencia de precios entre las compras locales y los precios más altos ofrecidos por los exportadores en el pasado. Algunos de ellos amenazan con no vender sus cosechas a las fábricas locales.
También queda una pregunta sin respuesta: ¿qué pasará con el excedente de maní una vez que las fábricas locales hayan alcanzado su máxima capacidad de procesamiento? Ante estas preguntas y reacciones del sector, el ministro senegalés de Agricultura relajó las medidas iniciales permitiendo la exportación de los excedentes de maní una vez cubiertas las necesidades locales.
Esta decisión de suspender las exportaciones de maní a Senegal plantea importantes cuestiones económicas y sociales para el país. Destaca la necesidad de encontrar un equilibrio entre promover el procesamiento local y preservar los intereses de los diferentes actores del sector del maní.