Calma precaria en Pont Kwango: entre la esperanza y el miedo

En este pueblo de Pont Kwango persiste la frágil calma tras un ataque de los milicianos de Mobondo. Los residentes siguen con sus asuntos a pesar de algunas tensiones y restricciones de viaje. Las autoridades locales siguen de cerca la situación, tras los enfrentamientos en la RN 1 y los temores de desplazamientos masivos de población. Mientras esperan directivas y la evolución de la situación, los residentes oscilan entre la esperanza y el miedo, anhelando un retorno a la paz y la estabilidad en su comunidad.
**Calma frágil en Pont Kwango: un pueblo entre la esperanza y el miedo**

Este miércoles 25 de diciembre reina un ambiente de precaria calma en el pueblo de Pont Kwango, situado en territorio Kenge, dos días después de un ataque perpetrado por milicianos Mobondo en la región. El alcalde de la comuna rural de Pont Kwango, Jean Baptiste Nkololo, informó que la población continúa con sus actividades habituales a pesar de cierta aprensión.

Es fundamental señalar que actualmente se aconseja a la población que no vaya al bosque debido a las operaciones militares en curso. Esta medida tiene como objetivo garantizar la seguridad de los residentes de Pont Kwango mientras las autoridades locales vigilan de cerca la situación.

Jean-Baptiste Nkololo reveló que el tráfico se vio interrumpido el lunes pasado cerca del pueblo de Pont Kwango en la RN 1, tras enfrentamientos entre fuerzas militares y milicianos de Mobondo. Los disturbios se debieron brevemente a actos de vandalismo, incluido el saqueo de un autobús que iba de Kinshasa a Kikwit, así como el incendio de otro vehículo.

Afortunadamente, no se reportaron muertes en estos incidentes. El alcalde subrayó que los milicianos de Mobondo actuaron en represalia por las operaciones llevadas a cabo por el ejército en su bastión, la aldea de Kitshakala.

La relativa calma que reina actualmente en Pont Kwango es precaria, especialmente porque las autoridades locales enfrentan la amenaza de movimientos masivos de población hacia otras aldeas. Los militares presentes en el lugar garantizan la seguridad de los residentes y tienen acceso restringido a determinadas zonas, en particular a los bosques, por razones de seguridad.

A la espera de nuevas directivas de las autoridades competentes y de la evolución de la situación, los habitantes de Pont Kwango oscilan entre la esperanza y el miedo. Están mostrando resiliencia ante los acontecimientos recientes y esperan un retorno a la paz y la estabilidad en su comunidad. Se necesita solidaridad y vigilancia para preservar la tranquilidad de este pueblo del territorio Kenge, donde el futuro sigue siendo incierto pero donde el deseo de vivir en paz permanece intacto.

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