Fatshimetrie destacó recientemente la iniciativa de Mohamed Eissa, entre muchos agricultores de Egipto, que recientemente han adoptado unidades de producción de biogás. Estas unidades, creadas por una empresa de bioenergía con sede en El Cairo, transforman el estiércol en combustible para cocinar y fertilizante orgánico.
Esta innovación ha permitido a este agricultor de 43 años, residente en la provincia sureña de Beni Suef, reducir significativamente sus costes de vida. “La unidad de biogás nos beneficia tanto dentro de la casa como en el campo. Ha reducido nuestro consumo de bombonas de gas butano. Solía comprar cuatro botellas al mes, cada una por 170 libras egipcias (3,3 dólares estadounidenses). Ahora sólo compro uno al mes. Así que la unidad me ahorra unas 500 libras egipcias al mes (9,8 dólares estadounidenses). Además, la unidad me proporciona fertilizantes orgánicos que uso en el campo para alimentar mis cultivos de patatas”, explica Eissa.
Está creciendo el interés en utilizar biogás como alternativa limpia a los combustibles fósiles. Sin embargo, según los expertos, Egipto aún no ha aprovechado plenamente su potencial en este ámbito.
Ahmed Medhat, ex director ejecutivo de la Asociación Egipcia de Bioenergía para el Desarrollo Sostenible, dice: “Hasta ahora, no tenemos más de 5.000 unidades de biogás domésticas, lo que representa sólo la mitad del centenar del potencial de Egipto. »
“Hay muchas razones para ello, incluida la falta de financiación. También necesitamos un sistema integral para crear conciencia sobre la importancia de las unidades de biogás y cómo contribuyen a resolver los problemas energéticos de Egipto”, añade Medhat.
La Agencia Internacional de Energía ha pronosticado un aumento del 32% en la producción de biogás entre 2023 y 2028. Esta cifra destaca el potencial que representa el biogás para el futuro energético de Egipto y su contribución a un modelo agrícola sostenible.