Loros grises africanos en peligro de extinción: el flagelo del tráfico ilegal

El tráfico ilegal de loros grises africanos va en aumento debido a la creciente demanda de estas mascotas con sus magníficas plumas y su increíble capacidad para imitar el habla humana. Desafortunadamente, la brutal captura de estas aves por parte de cazadores furtivos resulta en la muerte de muchos individuos en el camino. Cifras alarmantes revelan que hasta el 60% de los loros capturados no sobreviven hasta su destino final. Los métodos crueles utilizados, como usar chicle pegajoso y arrancarle las alas, son impactantes. Los loros grises africanos, que se encuentran principalmente en África occidental, se han convertido en una especie en peligro de extinción debido al tráfico ilegal. A pesar de los esfuerzos por prohibir el comercio de estas aves, los traficantes aprovechan los vacíos legales para continuar con sus actividades. La concienciación pública y la lucha contra este tráfico ilegal son fundamentales para proteger esta frágil y emblemática especie y asegurar su preservación para las generaciones futuras.
«Los loros grises africanos, una especie hermosa y fascinante, son cada vez más víctimas del tráfico ilegal debido a la creciente demanda de mascotas. Sus hermosas plumas y su asombrosa capacidad para imitar el habla humana los convierten en una posesión preciada en muchos hogares.

Desafortunadamente, la captura de estas aves por parte de cazadores furtivos a menudo resulta en su muerte antes incluso de que se conviertan en mascotas. Según Patrick Muinde, director de Investigación de World Animal Protection, hasta el 60% de los loros grises africanos mueren entre su captura en el bosque y su llegada a su destino final. De diez loros capturados, sólo cuatro logran llegar a su destino.

Los métodos brutales utilizados por los cazadores furtivos para capturar a estos loros son impactantes. Usan una goma pegajosa hecha de savia de árboles que esparcen en las ramas para atrapar pájaros. Para evitar que se vayan volando, los cazadores furtivos les arrancan las alas, hiriendo o matando a muchos loros.

Los loros grises africanos se encuentran principalmente en África occidental, central y oriental, en países como Kenia, Uganda y Tanzania. Sin embargo, la mayoría de las aves traficadas ilegalmente provienen de África occidental, donde viven en los bosques ecuatoriales de países como Camerún, la República Democrática del Congo y Nigeria, según el World Parrot Fund.

Las enmiendas de 2017 a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres tienen como objetivo prohibir todo comercio de estas especies. Sin embargo, esta prohibición no siempre se respeta al pie de la letra, y los traficantes aprovechan las lagunas de las leyes regionales para continuar con sus actividades.

La población de loros grises africanos en libertad, que alguna vez se estimó en millones, ha disminuido significativamente a alrededor de 100.000 individuos. En algunos países, como Togo y Ghana, la especie ya se considera extinta, según el World Parrot Fund.

Es crucial sensibilizar a la opinión pública sobre la lucha contra el tráfico ilegal de loros grises africanos para proteger esta especie emblemática y frágil. Juntos podemos trabajar para preservar la biodiversidad y el bienestar de estas magníficas aves».

Este texto lleno de acontecimientos y documentado atrae la atención del lector hacia un tema crucial y al mismo tiempo le informa en detalle.

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