Momia egipcia revela secretos de la peste bubónica hace más de 3.000 años

En un fascinante descubrimiento arqueológico, se ha identificado una momia egipcia de más de 3.000 años de antigüedad como posible víctima de la peste bubónica. Los investigadores encontraron rastros de la bacteria de la peste en su ADN, revelando elementos cruciales sobre la presencia de la enfermedad en el antiguo Egipto. Este descubrimiento abre nuevas perspectivas sobre la propagación de la peste más allá de Europa y Asia, proporcionando una visión única de la vida y las enfermedades del antiguo Egipto.
**Una momia egipcia de 3.000 años de antigüedad descubre rastros de peste bubónica: una revelación histórica.**

En un espectacular descubrimiento arqueológico, los investigadores han identificado recientemente una momia egipcia de más de 3.000 años de antigüedad como una víctima potencial de la peste bubónica, también conocida como la «Muerte Negra». Este fascinante descubrimiento arroja nueva luz sobre la propagación de esta temible enfermedad más allá de los continentes europeo y asiático, revelando pistas moleculares cruciales sobre la presencia de la peste en el antiguo Egipto.

Los expertos examinaron de cerca el cuerpo conservado en el Museo Egipcio de Turín, Italia, que data de la Edad del Bronce Final, es decir, hace unos 3.290 años. El análisis del tejido óseo de la momia femenina reveló rastros de la bacteria que causó la peste bubónica en su ADN, lo que sugiere que la enfermedad había alcanzado una etapa avanzada en el momento en que murió. Sin embargo, es difícil determinar si se trató de un caso aislado o parte de un brote más amplio que se produjo en la región en ese momento.

La peste bubónica, una de las enfermedades más temidas de la historia, se propaga cuando un ser humano es picado por pulgas que se alimentan de roedores infectados. Los microbios invaden el cuerpo humano, destruyendo el sistema linfático y provocando hinchazón de los ganglios linfáticos de la ingle, las axilas y el cuello, formando bubones característicos. La enfermedad luego progresa rápidamente y produce complicaciones graves, como convulsiones, vómitos con sangre, hemorragia interna y muerte.

Conocida en Europa en el siglo XIV como una epidemia mortal que mató a unos 25 millones de personas entre 1347 y 1351, la peste bubónica también afectó a otras regiones como China, Mongolia e India. Investigaciones anteriores habían sugerido que la enfermedad había estado presente en Egipto durante décadas, pero hasta ahora no se había encontrado evidencia concreta.

En 2004, los científicos encontraron pulgas que databan de hace miles de años en un almacén a orillas del Nilo, mientras que un documento médico egipcio de 3.500 años de antigüedad describía un tumor maligno lleno de pus, lo que sugería una posible propagación de la plaga. Sin embargo, se necesitó evidencia genética para confirmar la existencia de la “Peste Negra” en el antiguo Egipto.

Los investigadores esperan que este descubrimiento anime a otros científicos a profundizar sus investigaciones para comprender mejor los métodos de transmisión y los aspectos patológicos de esta variante egipcia de la peste. Esta nueva perspectiva histórica arroja una luz única sobre la vida y la enfermedad del antiguo Egipto, invitándonos a renovar nuestra visión del pasado distante de la humanidad.

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