El joven presidente de la República Democrática del Congo, Félix Antoine Tshisekedi, despertó muchas expectativas durante su visita inicialmente prevista a Tshikapa, en la provincia de Kasaï. Programada para el sábado 28 de diciembre, esta visita finalmente fue pospuesta para el domingo 29 de diciembre debido a las condiciones climáticas.
El gobernador de Kasai, Crispin Mukendi, justificó este aplazamiento por el mal tiempo, pero in situ, en Tshikapa, brillaba el sol y la población esperaba impaciente la llegada del jefe de Estado. Desgraciadamente, el anuncio del aplazamiento sembró la decepción entre los vecinos que habían preparado una cálida recepción para su presidente.
Durante este tiempo, Félix Tshisekedi inauguró el hospital de Muya en Mbuji-Mayi y luego inició las obras de modernización de la carretera que une Mbuji-mayi con Kabinda y Mbanga. También prometió liberar 50 millones de dólares para reactivar MIBA, mostrando su compromiso con el desarrollo del país.
En Tshikapa no se habían previsto planes de inauguración para la visita del presidente, lo que generó un sentimiento de desesperación entre la población local. Mientras Kasai se enfrenta a numerosos desafíos en términos de infraestructura, como la finalización de la carretera Tshikapa-Kandjaji o la rehabilitación de la carretera Kamwesha-Kananga, los residentes esperan con impaciencia acciones concretas por parte del gobierno central.
Al ser una región alejada de Kinshasa, la provincia de Kasai ha sufrido durante mucho tiempo un abandono del desarrollo. Los residentes exigen y están decididos a que el presidente Tshisekedi cumpla sus promesas y actúe por el bienestar de su región. Por lo tanto, es fundamental que el Jefe de Estado tenga en cuenta las necesidades y aspiraciones de esta población olvidada y adopte medidas concretas que le permitan despegar económica y socialmente.
En última instancia, la visita abortada de Félix Tshisekedi a Tshikapa pone de relieve los desafíos que enfrenta la provincia de Kasai y recuerda la importancia de que el gobierno responda a las expectativas legítimas de sus ciudadanos. El desarrollo de esta región, rica en potencial, no puede dejarse de lado, y corresponde al presidente y a su equipo poner en marcha las medidas necesarias para estimular su crecimiento.