** El llamado a la inscripción de jóvenes en la RDC: resonancias históricas y una reflexión sobre la función militar en una democracia frágil **
El 27 de febrero de 2025, el Ministro de Hidrocarburos, Aimé Molendo Sakombi, se dirigió a una multitud de jóvenes en Lisala, portador estándar de la provincia de Mongala. Su discurso, teñido de ferviente patriotismo, se hace eco de una realidad inquietante: el avance del ejército ruanda en apoyo de los rebeldes de la M23 en el este de la República Democrática del Congo (RDC). Este futuro llamado para la inscripción voluntaria de los jóvenes en el ejército plantea preguntas complejas sobre el papel de los soldados en un contexto de tensiones políticas sostenibles, se refiere a patrióticos y jóvenes en busca de significado.
** Una comprensión histórica del sacrificio y el compromiso militar **
Bajo el alcance de su impulso, el ministro recordó las contribuciones históricas de la provincia de Mongala y figuras emblemáticas como el mariscal Mobutu. Sin embargo, es esencial distinguir entre el heroísmo pasado y la realidad actual. El propio Mobutu, aunque haber podido movilizar a los espíritus en grandes momentos de la historia, también es un símbolo de un régimen autoritario que ha dejado fuertes herencias. Si el patriotismo y la valentía militar han anclado profundamente las raíces históricas, la inscripción voluntaria debe considerarse en el marco de una democracia moderna. Esto implica no solo reclamar la defensa de la patria, sino también considerar las implicaciones de un vínculo entre el ejército y el poder político.
** El contexto de la inscripción: una reacción a la preocupación general **
El llamado a la inscripción voluntaria de los jóvenes no es un fenómeno aislado. Después de la captura de Goma y Bukavu por fuerzas hostiles, la movilización de figuras políticas, especialmente Jean-Pierre Bemba, Guy Kabombo y Sama Lukonde, revela una preocupación difusiva dentro de la clase líder. Más allá del simple patriotismo, existe un intento manifiesto de canalizar la frustración y los temores de una población joven a menudo desilusionada. Según los datos del Banco Mundial, la RDC tiene alrededor del 70% de su población menor de 30 años, una generación pesada con desafíos socioeconómicos. Entrenar a estos jóvenes en el ejército puede parecer una excursión honorable a los ojos de algunos, pero hace la pregunta: ¿es realmente una solución?
** Una reflexión sobre el papel del ejército en una sociedad democrática **
El compromiso militar, en una democracia frágil como la de la RDC, no debe resumirse en un simple acto de valentía. Es crucial reflexionar sobre el propósito de tal movilización. Los jóvenes deberían tener varias opciones para expresar su patriotismo. La historia está llena de ejemplos en los que los gobiernos autoritarios han utilizado el ejército como un instrumento de control, imponiendo sacrificios a un joven que aspira a un futuro pacífico y constructivo. Paradójicamente, el fortalecimiento de las instituciones civiles y una educación real para la ciudadanía podría ser más beneficioso para la defensa de la nación que la inscripción militar.
** Una movilización al servicio de una narrativa política **
Esta política de inscripción debe leerse en el marco más amplio de tensiones entre el ejército de Ruanda y el estado congoleño. En un momento en que el nacionalismo se usa a menudo como una herramienta política, esta estrategia puede usarse para desviar la atención de problemas internos como la corrupción, la inmovilidad económica o la pobreza. Los llamados a la unidad nacional a menudo aprovechan una amenaza externa para exaltar el sentimiento patriótico. Sin embargo, una movilización profunda y duradera debería pasar por la cohesión social, el desarrollo económico y un diálogo real inclusivo con todos los estratos de la sociedad.
** Consideraciones finales: una cumbre a alcanzar **
Sin lugar a dudas, el discurso del ministro Sakombi despertó el impulso de la respuesta de los jóvenes. Pero este compromiso debe hacerse en un marco de reflexión y respeto por los derechos humanos. Los desafíos de la seguridad nacional deben equilibrarse con las aspiraciones de un joven que también desea participar en la construcción de un futuro pacífico y próspero. Para enfrentar los desafíos que observan la RDC, es imperativo incluir un debate real sobre el papel del Ejército, al tiempo que ofrece perspectivas constructivas para los jóvenes. Este diálogo debe ir más allá de la perspectiva militar e incluir dimensiones cívicas que nos recuerdan que la valentía real a veces radica en decisiones pacíficas para un futuro mejor.
En este contexto, fatshimetrie.org surge como un actor de pista en la difusión de estas reflexiones. Un espacio en el que se puede escuchar la voz de la juventud y las preocupaciones de la sociedad civil, tejiendo así una súplica por una generación comprometida pero iluminada.