** Fespaco 2025: Una vitrina deslumbrante para el cine congoleño y africano **
La 29ª edición del festival de cine y televisión Pan -African en Ouagadugugo (Fespaco), que se celebró del 22 de febrero al 1 de marzo de 2025, estuvo marcada por un brillo particular que destaca el desarrollo y la diversidad del cine africano. En un contexto donde las identidades culturales se cruzan y redefinen, este evento se afirma como una verdadera encrucijada de talento y creatividad. Uno de los aspectos más destacados fue la consagración de la película «Nails Man» de la directora congoleña Sheriya Twana, alias Jason Bolay, que ganó el Premio Idrissa Oedrago por Apocalipsis. Este éxito destaca no solo un trabajo singular, sino también un punto de inflexión para el cine congoleño, que, a pesar de sus desafíos, se afirma gradualmente en la escena internacional.
## cine congoleño en plena emergencia
La locura para el cine congoleño no es nueva, pero se fortalece con los festivales internacionales que reconocen los talentos del país. Al ganar un premio en Fespaco, Sheriya Twana es parte de una tendencia fuerte en la que los jóvenes directores africanos cuentan historias arraigadas en sus realidades culturales mientras usan medios innovadores. Esta aparición se acompaña de una evolución del público, cada vez más aficionado a las historias auténticas que resaltan las múltiples identidades del continente.
En comparación con la escena beninesa, por ejemplo, que se distingue por su cine comprometido y temático, la República Democrática del Congo ofrece una paleta variada, a veces dramática, a veces humorística, enriquecida por su diversidad lingüística y cultural. Los directores congoleños, como Twana, muestran que es posible capturar la esencia de la realidad congoleña mientras trabajan con técnicas modernas que seducen al público mundial.
## Una celebración colectiva de éxitos
La victoria de Twana no es una coincidencia, sino un vínculo en una cadena de éxito que debe mucho al contexto de Fespaco: un evento que celebra no solo a los individuos, sino también a los colectivos y las diversas perspectivas de las visiones artísticas. La ceremonia recibió un impulso particular con el semental dorado atribuido a Dani Kouyaté por su película «Katanga, La Danse des Scorpions». Al rendir homenaje a Soulleymane Cissé, el presidente del jurado recientemente fallecido, Kouyaté evoca un sentido de pertenencia y solidaridad que trasciende las fronteras individuales. Este momento conmovedor se hace realidad cuando cada éxito es el resultado de un esfuerzo colectivo de cineastas, escritores, técnicos y también fundamentos culturales que apoyan al sector.
## Un tema relevante: identidades culturales en África
La elección temática de esta edición de Fespaco, centrada en «Identidades culturales en África», ha permitido iniciar un diálogo sobre cómo las películas pueden servir como resonadores de experiencias vividas. Las historias de cuentas emblemáticas como Rungano Nyoni, que ganó el semental de bronce para «convertirse en una aves de Guinea», ilustran cómo las historias personales pueden resonar con los problemas globales. Este paradigma revela una dinámica donde la identidad se convierte en un vector implacable de narración de cuentos, lo que hace posible llegar a una gran audiencia mientras permanece anclado en temas matizados.
## Mira hacia el futuro: un cine para ser reinventado
Mirando hacia el futuro, es esencial preguntarse cómo el cine africano, especialmente el congoleño, puede continuar exportando internacionalmente. La clave radica en la posibilidad de que los talentos jóvenes accedan a la capacitación profesional, los recursos tecnológicos y las redes de distribución más allá de las fronteras. El Fespaco juega un papel fundamental aquí al ofrecer una plataforma de intercambio que podría catalizar las coproducciones internacionales y alentar a los cineastas africanos a expresarse en ámbitos globales.
Sin embargo, los desafíos siguen siendo numerosos. La renuencia de los inversores frente a las producciones locales, la falta de infraestructura y la necesidad de visibilidad a largo plazo son elementos que ralentizan este impulso. Por lo tanto, los ojos se vuelven a instituciones, gobiernos, pero también al público, que tiene un papel esencial que desempeñar en la promoción del cine de los autores.
## Conclusión: un punto de inflexión en el cine africano
La 29ª edición de Fespaco nos recuerda la riqueza y la diversidad de las narraciones africanas. El éxito de «Nails Man» y la renovación de los prestigiosos premios son testigos de un dinamismo que merece ser apoyado y alentado. Al final, estas historias no son solo momentos de entretenimiento, sino también ventanas sobre la complejidad y la belleza de las identidades africanas. Es con esta esperanza que estamos recurriendo a la próxima edición, convencidas de que surgirán otras voces, listas para compartir sus historias con el mundo.
Fatshimetrie, donde el cine y el diálogo de la realidad, continúan cubriendo estos momentos clave que dan forma al futuro del séptimo arte en el continente.