** Campaña de reclutamiento en la Guardia Republicana: una respuesta estratégica a la crisis de seguridad en la DRC **
El martes 4 de marzo, la ciudad de Kindu, en la provincia de Maniema, fue objeto de especial atención con el lanzamiento de una campaña de concientización destinada a alentar a los jóvenes a unirse a la Guardia Republicana. Esta iniciativa, llevada a cabo por una delegación de oficiales de la unidad especial del ejército congoleño, está inscrito en un contexto de crisis de seguridad prolongada, exacerbada por los conflictos armados liderados por el movimiento M23, apoyado por Ruanda. Pero más allá de su aparente enfoque de reclutamiento simple, esta campaña plantea preguntas mucho más profundas sobre las motivaciones, las expectativas y las consecuencias de tal estrategia.
### El contexto de seguridad: entre crisis y oportunidad
La campaña de reclutamiento no es solo una respuesta simple a la necesidad de fortalecer el ejército nacional: también es un reflejo de preocupaciones sociopolíticas más amplias. De hecho, el M23 ha sido una amenaza recurrente para la RDC oriental durante varios años, una región ya plagada de luchas internas para controlar los recursos naturales. Los jóvenes, a menudo percibidos como una fuerza laboral abundante y condicionadas por un clima de violencia, se designan aquí como los combatientes del mañana.
Sin embargo, este enfoque plantea preguntas sobre la forma en que el estado congoleño detiene la cuestión de los jóvenes. De hecho, en lugar de ofrecer alternativas constructivas (educación, empleo, perspectivas futuras, la solución propuesta parece polarizar en torno a los armamentos. Esta elección debe analizarse en términos de estadísticas alarmantes sobre el desempleo entre los jóvenes, lo que equivale a más del 50% en ciertas regiones del país, exacerbando así un riesgo potencial de radicalización.
### Una resonancia histórica: el ejército como una forma de salida
Históricamente, la militarización de los jóvenes congoleños no es un fenómeno nuevo. Los períodos anteriores de conflictos, especialmente durante la guerra democrática y el período de transición que siguió, vieron la formación de milicias que consistían esencialmente en los jóvenes. Estos jóvenes, impulsados por promesas de ingresos o seguridad rápidas, a menudo han sido los principales actores en la degradación del tejido social.
En este sentido, la campaña de la Guardia Republicana no solo resuena como una solución a corto plazo para una crisis de seguridad, sino también como un medio para reintegrar una cierta forma de control estatal frente a grupos armados que prosperan en la dilapidación de las instituciones públicas. Una pregunta surge de la siguiente manera: ¿No durará esta dinámica? En lugar de extraer a los jóvenes de la pobreza y la violencia, ¿no existe el riesgo de crear un ejército de reserva a merced de conflictos futuros?
### Una estrategia de comunicación
El teniente coronel Useni Mbambi Robert, durante esta campaña, articuló la visión de la Guardia Republicana, enfatizando la necesidad de «enfrentar al enemigo interno». Sin embargo, la forma en que se proyectan y perciben estas campañas de reclutamiento puede tener implicaciones significativas para la percepción del papel del ejército por parte de los jóvenes. Tanto un vector de esperanza para algunos y símbolo de represión para otros, el ejército debe navegar con cautela entre estas dos dimensiones.
La comunicación en torno a esta iniciativa tendrá que ser pensada para construir una imagen positiva del ejército, lejos de los estereotipos de violencia y represión. Si el objetivo es despertar un compromiso real de los jóvenes, sería prudente apoyar esta campaña de historias de éxito de antiguos soldados o programas testimoniales que demuestran que la forma militar también puede ser sinónimo de éxito personal más allá de la lucha.
### En el futuro: ¿Hacia raíces sostenibles?
La sostenibilidad de esta dinámica de reclutamiento dependerá no solo del establecimiento de un retorno a la paz, sino también de la capacidad del estado para proporcionar alternativas viables. De hecho, junto con esta campaña militar, sería esencial incluir a jóvenes en proyectos de desarrollo comunitario que regresen activamente a la sociedad. El compromiso con la educación, la capacitación vocacional y la creación de empleo podrían ser palancas para activar para resolver el problema en su raíz.
En resumen, la campaña de concientización de la Guardia Republicana en Maniema destaca una realidad compleja, donde el miedo y la esperanza se entrelazan. Al abordar una cuestión sustantiva más que la forma, la RDC podría considerar una estrategia de reconciliación y reintegración de los jóvenes basados no solo en el servicio militar, sino también en el diálogo, la paz y las perspectivas futuras. El camino hacia la estabilidad sostenible pasa por la transformación de los jóvenes, no en soldados simples, sino como actores ilustrados de un cambio social.
** Fatshimetry – Encuesta y análisis **