** Día del Mundo para combatir la tuberculosis: un llamado a la acción ante una epidemia silenciosa **
El 24 de marzo, el mundo celebra el Día Mundial para combatir la tuberculosis (JMT), una fecha con esperanza y desafío. En este año 2023, la conmovedora llamada bajo el tema “¡Sí! Podemos poner fin a la tuberculosis: participar, invertir y actuar concretamente «resuena con un eco particular en el contexto actual de los sistemas de salud a la prueba de pandemias. Sin embargo, esta celebración adquiere una dimensión trágica en países como la República Democrática del Congo (RDC), donde la lucha contra esta enfermedad ancestral parece más que nunca comprometida.
### Una enfermedad que está oculta en las sombras
La tuberculosis no es solo un vestigio del pasado, sino una amenaza persistente que aún afecta a millones de personas en todo el mundo. For many, this disease evokes a bygone time, that we believed in the past, since the discovery of the bacteria responsible by Doctor Robert Koch in 1882. However, the figures published by the World Health Organization (WHO) in 2023 are alarming: 10.8 million people have contracted this disease, and 1.25 million of them are dead, proving that tuberculosis remains a major public health issue, Aunque a menudo olvidado.
### La DRC, un caso de estudio revelador
La República Democrática del Congo se posiciona en el corazón de esta lucha desigual. Con 282,566 casos de tuberculosis registrados y 4.226 muertes en 2024, el país está realmente en la primera línea de esta epidemia. También es uno de los más afectados por la coinfección del VIH-tuberculosa, con consecuencias devastadoras en la población más vulnerable. La retirada de los fondos de la USAID, un actor clave en esta lucha, plantea un desafío crucial. Esta desconexión se produce en un momento en que la movilización de los recursos es imprescindible para lidiar con esta enfermedad, agravada por las crisis económicas y políticas ya existentes.
Es aconsejable observar las implicaciones de este retiro. Los datos muestran una correlación directa entre la financiación internacional y los resultados de la salud. Por ejemplo, la implementación de programas de educación y conciencia respaldados por fondos extranjeros ha permitido una reducción significativa en la tasa de mortalidad, lo que demuestra que la acción concreta y el financiamiento dirigido pueden salvar vidas. Por lo tanto, la pérdida de estos apoyos financieros podría revertir las ganancias obtenidas y sumergir los esfuerzos de lucha en un estado de estancamiento, incluso regresión.
### Una llamada para el compromiso colectivo
Uno de los principales desafíos que surge hoy en día es la necesidad de un compromiso colectivo. Más allá de los gobiernos y las ONG, las empresas y las comunidades deben darse cuenta de su papel en esta lucha. Muchas iniciativas locales han demostrado que las soluciones pueden emanar de la base: la movilización de las comunidades para la educación de los prejuicios alrededor de la tuberculosis, la organización de campañas de detección gratuita o incluso el apoyo para los pacientes puede reducir significativamente la transmisión de la enfermedad.
Además, es crucial desarrollar asociaciones innovadoras y sostenibles. Por ejemplo, el uso de nuevas tecnologías, como aplicaciones educativas y plataformas de telemedicina, podría mejorar el acceso a la atención en regiones remotas donde falta infraestructura. Un enfoque centrado en el paciente, asociado con una sólida conciencia de la comunidad, podría transformar la lucha contra la tuberculosis en la RDC.
### Experiencia internacional compartiendo
También es interesante examinar los éxitos ganados en otros países que han logrado reducir considerablemente la carga de la tuberculosis. Bangladesh, por ejemplo, luchó con éxito contra la tuberculosis a través del enfoque de «puntos» (tratamiento directamente observado, curso corto), combinando tratamientos libres con seguimiento riguroso. Su estrategia ha hecho posible reducir considerablemente las tasas de mortalidad e infección al movilizar los recursos locales y la participación de la sociedad civil. Estos experimentos pueden servir como modelos para la RDC y otras regiones afectadas.
### Conclusión: actuar juntos para un futuro sin tuberculosis
Por lo tanto, el Día del Mundo para combatir la tuberculosis debería ser un punto de partida, no una culminación. Encarna un fuerte recordatorio de que la tuberculosis no es solo una cuestión de salud pública, sino una cuestión de justicia social global. Para poner fin realmente a esta epidemia, será vital adoptar un enfoque colectivo, donde cada actor juega su papel, ya sean gobiernos, ONG, comunidades o individuos.
Así que celebremos este día realmente comprometiéndonos a actuar, invertir y movilizar nuestros recursos. Así es como podemos esperar ver un mundo capaz de decir «Sí, hemos terminado la tuberculosis». En este día del mundo para combatir la tuberculosis, el tiempo es para la acción.
** Nestor Max Lutumba **
Fatshimetrie.org