¿Por qué podría el festival mundial de música y turismo en Kinshasa transformar la percepción de la RDC en 2025?

### Kinshasa: el primer mundo del festival de música y turismo

Del 16 al 18 de julio de 2025, Kinshasa, la vibrante capital de la República Democrática del Congo (RDC), será el escenario de un evento sin precedentes: la primera edición del Festival Mundial de Música y Turismo. Anunciado por Zurab Pololikashvili, Secretario General de Turismo de la ONU, esta iniciativa es parte de una serie de interacciones entre la música y el desarrollo del turismo, marcando un punto de inflexión en la percepción del papel del arte en los intercambios culturales.

### Una sinergia sin precedentes: música y turismo

El festival, ubicado bajo el tema inspirador con «música, paz y unidad», no se contenta con reunir a artistas de África y América; También representa un laboratorio real de ideas para explorar cómo la música puede servir como un vector de paz y coexistencia pacífica en un continente a menudo presentado de manera negativa. Las recientes tensiones geopolíticas podrían conducir a una disminución de las naciones, pero este evento tiene como objetivo ser un antídoto para esta tendencia.

El intercambio entre Pololikashvili y el ministro de turismo congoleño Didier Mpambia, en la cumbre de Livingstone, ilustra el compromiso internacional de impulsar el sector turístico utilizando la riqueza cultural local. De hecho, la música siempre ha sido, y siempre será una herramienta poderosa para la comunicación y la interacción entre las personas. Kinshasa, con su atmósfera eléctrica y su historia rica en ritmos y géneros musicales, se posiciona como la plataforma ideal para este proyecto.

### Una oportunidad de influencia para el Congo

La promesa de una participación diversificada, incluidos países de más de 100 millones de habitantes, revela una dimensión económica significativa. Suponiendo que el festival atraiga a un número sustancial de visitantes, los beneficios económicos podrían ser sustanciales. Tómese un momento para considerar cifras: si cada turista gasta un promedio de $ 100 por día durante tres días, las consecuencias de la ciudad de Kinshasa y el país podrían superar rápidamente varios millones de dólares. Esto no solo incluye alojamiento y catering, sino también transporte, recuerdos y otras actividades culturales.

El turismo en la RDC, y más ampliamente en África, se percibe como un sector con un alto potencial. Según los datos de la Organización Mundial del Turismo, la contribución del sector al PIB de los países africanos ha aumentado en promedio un 5 % por año en los últimos años. Esto representa una señal fuerte para la RDC, a menudo al margen de los principales circuitos turísticos internacionales. Este festival podría promover el país como un destino innovador y dinámico.

### Género musical, identidad cultural y diplomacia

Más allá de los problemas económicos, este festival podría desempeñar un papel esencial en la diplomacia cultural. Al resaltar varios géneros musicales, desde rumba congoleña hasta hip-hop, incluso sonidos tradicionales, el festival puede ayudar a crear un diálogo intercultural. La música es, en esencia, una forma de expresar luchas, aspiraciones y voces a menudo sofocadas. En un momento en que las identidades culturales se forman bajo la influencia de la globalización, este intercambio es de suma importancia.

Sería muy oportuno que los organizadores estén considerando colaboraciones con artistas reconocidos para promover el festival, como lo que se hace en otros festivales mundiales como Glastonbury en el Reino Unido o Coachella en los Estados Unidos. Al integrar figuras emblemáticas, el festival podría garantizar la visibilidad a escala global, al tiempo que atrae medios extranjeros, amplificando así su alcance.

### Al amanecer de una nueva era para la RDC

Kinshasa se está preparando para dar la bienvenida a los ojos del mundo entero, una oportunidad ideal para redefinir su narrativa y tener una nueva imaginación colectiva. Esta es una oportunidad para que el país mejore su rico patrimonio cultural y fomente el intercambio constructivo. En un momento en que la música se convierte en un lenguaje común, este evento puede, a largo plazo, ayudar a forjar alianzas más allá de las fronteras, promover la educación artística e inspirar a una juventud creativa y comprometida.

Con la elección de Kinshasa como anfitrión, la ONU alinea esta iniciativa con los objetivos del desarrollo sostenible, en particular el de promover la cultura y la diversidad. El camino aún es largo, pero este festival bien puede marcar el comienzo de una nueva era para la música y el turismo en la República Democrática del Congo. Lo esencial ahora será transformar esta visión en una realidad tangible y darse cuenta de que la unión de la música y el turismo no solo es beneficiosa, sino también esencial para un desarrollo armonioso y sostenible.

Por lo tanto, los próximos meses serán cruciales para establecer los fundamentos de este evento y demostrarle al mundo que Kinshasa no es solo la capital política, sino también una encrucijada de intercambios culturales e innovación. Un movimiento que, con suerte, conducirá a un renacimiento cultural para toda la nación.

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