### incendios en África: un fenómeno complejo entre la tradición y los problemas ambientales
África, a menudo percibida bajo el prisma de sus riquezas naturales y sus desafíos socioeconómicos, sufre de una realidad menos visible pero igual de preocupante: la frecuencia de los incendios. Con el 70 % de los incendios mundiales identificados, el continente es cualquier cosa menos una tierra de paz frente a las llamas. Este fenómeno, a menudo explicado por la cultura de quemaduras, plantea problemas de desarrollo ambiental, de salud público y sostenible cruciales.
#### Una realidad omnipresente
Los datos satelitales muestran que no hay un día sin fuego en África, una situación subrayada por Cathy Clerbaux, directora de investigación en el CNRS. La combustión, a menudo voluntaria y controlada, ocurre principalmente antes de la temporada de lluvias, en un método agrícola ancestral que tiene como objetivo fertilizar los suelos. Los residuos de los cultivos quemados nutren la tierra, permitiendo a millones de personas subsistir gracias a la agricultura de subsistencia. Esta necesidad alimentaria destaca una pregunta delicada: ¿cómo conciliar las prácticas tradicionales con las necesidades contemporáneas, así como los imperativos ambientales?
### E -Cultura de Burn: ¿necesidad o peligro?
La cultura de quemaduras tiene sus raíces en las antiguas prácticas que se remontan a miles de años. Utilizado en áreas tropicales, es una forma efectiva de mejorar la fertilidad del suelo. Sin embargo, las consecuencias de la expansión de este método, en particular, aumentando la deforestación, plantean importantes preocupaciones ambientales. La destrucción libre de los bosques no solo libera dióxido de carbono en la atmósfera, debilitando la lucha contra el calentamiento global, sino que también causa una pérdida de biodiversidad.
Si bien África ahora emite más CO2 de lo que absorbe, la pregunta se vuelve apremiante: ¿hasta dónde deberían evolucionar las prácticas tradicionales para armonizar las necesidades alimentarias y la salud ambiental? Un reflejo sobre esta paradoja es esencial.
#### foom tóxico para la salud pública
Más allá del impacto ambiental, la contaminación del aire generada por estos incendios tiene consecuencias significativas para la salud humana. Según los estudios, las partículas finas liberadas en la atmósfera pueden tener efectos tan dañinos como los de fumar. Con 32 días de exposición anual a niveles de partículas finas peligrosas, África enfrenta un problema alarmante de salud pública, que muchos países de Occidente no encuentran.
Esta situación plantea importantes preguntas éticas y prácticas: ¿cómo administran los gobiernos africanos estas crisis de salud pública? ¿Hay alternativas duraderas para quemar la cultura que garantizarían la seguridad alimentaria al tiempo que reducen los riesgos para la salud?
### Hacia soluciones sostenibles
Si hay muchos desafíos, Hope también radica en iniciativas locales e internacionales. Están surgiendo programas de educación agronómica destinados a capacitar a los agricultores en métodos menos contaminantes y más sostenibles. Además, las tecnologías innovadoras, como la agricultura de conservación, están comenzando a demostrar su valía en diferentes regiones. Estas prácticas tienen como objetivo minimizar la perturbación del suelo, mantener la humedad y restaurar la fertilidad.
Por otro lado, la coordinación entre las naciones africanas y las organizaciones internacionales es esencial para abordar este fenómeno de manera concertada. Compartir las mejores prácticas, invertir en tecnologías sostenibles y la conciencia de los peligros de las prácticas agrícolas no viables puede conducir a una transición progresiva a métodos más ecológicos.
#### Conclusión
El fenómeno de los incendios en África no puede reducirse a una observación alarmante. Más bien, encarna un desafío complejo, en la encrucijada entre las tradiciones ancestrales y los requisitos contemporáneos. En un momento en que se le pide al mundo que integre la sostenibilidad en el corazón de sus elecciones, el ejemplo africano podría alimentar una reflexión más global sobre las prácticas agrícolas y sobre la lucha contra el cambio climático. El futuro quizás radica en la capacidad de los actores interesados en el diálogo, innovan y construye puentes hacia la agricultura sostenible y responsable.