La República Democrática del Congo está lanzando un nuevo programa de alimentos escolares para el comienzo del año escolar 2025-2026 para combatir la desnutrición y mejorar las condiciones de aprendizaje de los niños.

** Lanzamiento de un programa de comida escolar en la República Democrática del Congo: un problema para la educación y la salud de los niños **

El Ministro de Educación Nacional, Raïssa Malu, anunció recientemente el lanzamiento de un programa de alimentos escolar que debe entrar en vigor desde el comienzo del año escolar 2025-2026 en la República Democrática del Congo (DRC). Este programa ambicioso y crucial tiene como objetivo proporcionar a las escuelas una cantina escolar, que responde a desafíos tan apremiantes como la educación, la nutrición y el desarrollo rural.

Durante un taller organizado en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (PAM), se reunieron jugadores clave como Ministerios de Educación, Agricultura, Salud, entre otros, para discutir la estrategia que se implementará. Guillaume Korogo, directora de la Dirección de Educación en la vida cotidiana, enfatizó que este programa inicialmente se dirigirá a las escuelas públicas, antes de posiblemente extender la iniciativa a establecimientos privados.

** Contexto y relevancia de la iniciativa **

La necesidad de dicho programa es aún más apremiante dadas las estadísticas alarmantes sobre la desnutrición en la DRC. Según los datos del Ministerio de Educación Nacional, casi el 43 % de los niños menores de 5 años sufren de desnutrición crónica, lo que compromete seriamente su desarrollo físico y cognitivo. Además, muchos niños en la edad escolar no se benefician de una comida regular en la escuela, lo que puede tener repercusiones en su concentración y, por lo tanto, en su éxito académico.

La iniciativa también se arraiga en los compromisos asumidos por la RDC durante varias cumbres internacionales, en particular la de la Coalición de Comidas Escolares en París en 2021 y la Cumbre de Dakar en 2023, enfatizando así un compromiso concreto con la integración de la comida escolar en las políticas públicas del país.

** Un panel de partes interesadas y sus contribuciones **

Pam juega un papel clave al proporcionar su experiencia técnica y apoyar la implementación de este programa de alimentos. Nafiou Issiaka, jefe de cantina escolar en PAM, dilucidó la importancia de un «respaldo político» para validar definitivamente esta estrategia. El compromiso de PAM para apoyar la movilización de recursos también tiene una dimensión esencial, porque sin fondos adecuados, la sostenibilidad del programa podría verse comprometida.

Las recomendaciones hechas durante el taller también van en la dirección de un enfoque holístico. La instalación de jardines escolares, por ejemplo, no es solo una medida de la diversificación de alimentos, sino que también tiene como objetivo hacer que los niños conozcan la nutrición y la agricultura sostenible.

** Desafíos para anticipar **

Sin embargo, se esperan varios desafíos en la implementación de este programa. La logística vinculada a la distribución de comidas, la calidad de los alimentos y la participación de las autoridades locales son todos elementos clave que requieren atención sostenida. Además, debemos preguntarnos sobre la capacidad de la RDC para movilizar suficientes recursos financieros para garantizar la continuidad del programa después de la fase inicial.

También es fundamental para garantizar que el programa sea inclusivo y pueda beneficiar efectivamente a los niños más vulnerables. ¿Podremos evitar el estigma de los estudiantes de entornos desfavorecidos dentro de los comedores escolares?

** En una encrucijada **

Este programa de alimentos escolares podría convertirse en una palanca no solo para la educación sino también para mejorar la salud pública en la RDC. A través de esta iniciativa, la revisión de las políticas educativas y la mejor colaboración entre ministerios y socios podrían tomar forma. Mejorar el acceso a una dieta equilibrada no es solo una necesidad, sino también un derecho fundamental para todos los niños.

Los siguientes pasos deben observarse cuidadosamente y fomentar el diálogo continuo entre todos los interesados. Los resultados de los esfuerzos colectivos podrán constituir un modelo, no solo para la RDC, sino también para otros países que enfrentan desafíos similares. La implementación efectiva de este programa, sin duda, podría transformar el panorama educativo y alimentario del país, e involucrar a la RDC en el camino del desarrollo sostenible.

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