** «Alpha» de Julia Ducournau: una exploración abierta del duelo y las transformaciones personales **
En esta segunda semana del 78º Festival de Cine de Cannes, la directora Julia Ducournau vuelve a hablar sobre ella con su nueva película, «Alpha». Tras el resonante eco de su largometraje anterior, «Titanium», coronado por una palma de oro, la expectativa en torno a este trabajo es legítima. Nuestra mirada a «Alpha» se centrará en los temas abordados, la forma en que son tratados, pero también en las implicaciones más amplias de tales representaciones cinematográficas.
### Una historia centrada en la relación madre-hija
«Alpha», la protagonista de una película, es una niña de 13 años, cuya historia cambia después de un acto tan inofensivo como un tatuaje. Esta decisión lleva a una cascada de eventos, exacerbada por un contexto de miedo, amplificado por la presencia de un virus misterioso. La dinámica entre Alpha y su madre, interpretada por Golshifteh Farahani, resulta ser un pilar narrativo central. Este enlace, tanto íntimo como tenso, explora las diferentes facetas del duelo, el miedo y la transformación.
La elección de Ducournau de profundizar en el pasado, con referencias a la década de 1980, marcada en particular por la crisis del SIDA, trae una cierta distancia crítica. Esto plantea la pregunta: ¿cómo resuenan los ecos del pasado en nuestro presente? El director anuncia que esta elección es una forma de trascender la ansiedad actual, de convertirla en una experiencia cinematográfica que lo invita a reflexionar.
### Un personaje con un curso complejo
El rendimiento de Tahar Rahim en el papel de Amin, un tío enigmático, ilustra perfectamente la capacidad del cine para abordar temas complejos relacionados con la identidad y el sufrimiento humano. La búsqueda de la transformación física que emprende al perder más de 20 kilos muestra un compromiso raro para un papel. Sin embargo, más allá de la transformación corporal, Rahim explica que también es una inmersión profunda en la experiencia de personas a menudo marginadas.
Este aspecto plantea una pregunta ética importante: ¿hasta dónde debe llegar un actor para representar la autenticidad de un personaje? La preparación de Rahim lo llevó a acercarse a una asociación que trabaja con personas en precario y dependencia. Este enfoque, aunque encomiable, cuestiona la posibilidad de una representación verdadera y respetuosa de las experiencias de los demás.
### Técnica narrativa y emociones
Una de las características sorprendentes de «Alpha» es la intensidad dramática que despliega a lo largo de la historia. Ducournau, conocido por su exploración de cuerpos y emociones, favorece una atmósfera donde predominan la introspección y la ansiedad. Esta técnica puede desestabilizar muchos espectadores, pero también recuerda la capacidad del cine para provocar profundas reacciones emocionales. Esta elección narrativa plantea la pregunta: ¿cómo puede el arte ayudarnos a lidiar con nuestra propia comprensión del duelo y la pérdida?
Las referencias estilísticas de Duke, que se registran en una tradición que combina el horror y el drama psicológico, también parecen ofrecer una reflexión sobre la vulnerabilidad humana. A través de la metáfora del virus, cuestiona nuestros temores colectivos ante una realidad a menudo percibidas como incontrolables.
### Conclusión: una mirada al futuro
Mientras «Alpha» comienza a abrirse camino en el paisaje cinematográfico contemporáneo, nos empuja a reflexionar sobre la forma en que el cine aborda los temas universales de luto, transformación y resistencia. La cuestión de la representación en las artes, así como el proceso de transformación personal, permanecerá en el corazón de nuestras preocupaciones.
Lo que es seguro es que las películas de Julia Ducournau, por su audacia y su profundidad emocional, nos ofrecen una plataforma para examinar nuestros propios miedos y nuestras propias historias. En un momento en que el mundo parece cambiar a velocidad vertiginosa, es más necesario abordar estas preguntas con compasión y matices que nunca.