### Volver a la violencia en North Kivu: Entensa tragedia en un conflicto persistente
El domingo 25 de mayo de 2025, nuevos enfrentamientos entre los elementos de la AFC/M23 y la Coalición Fardc-Wazalendo reavivaron las tensiones ya crónicas en la República Democrática del Congo, especialmente en el territorio de Rutshuru, en la provincia del norte de Kivu. La violencia ha causado una evaluación trágica, con informes de nueve a catorce muertos, todos civiles y varios heridos.
#### Un conflicto que golpea
La situación en Bwito, un cacio de cabeza ya experimentado durante años, destaca la brutalidad de los conflictos que continúan devastando el este del país. Según los testimonios recolectados, los ataques llevados a cabo por el M23 terminaron en masacres de civiles, más exacerbando los sufrimientos de las poblaciones locales. Este vicioso círculo de violencia plantea preguntas fundamentales sobre las causas subyacentes de este conflicto recurrente.
Recuerde que AFC/M23 nació en 2012, en parte, las frustraciones vinculadas a la inacción percibida del gobierno congoleño frente a las condiciones de vida execrables. Estas tensiones son alimentadas por cuestiones políticas, económicas y rivalidades étnicas que persisten y complejan. La combinación de estos factores crea un suelo fértil para la ira y la insurrección, exacerbada por la pobreza y la falta de oportunidades.
#### Reacciones en el campo
Los llamados a la comunidad internacional para intervención o apoyo humanitario se intensifican. Un notable local destacó la necesidad de una respuesta inmediata a la escalada de la violencia: «Le pedimos a la comunidad internacional y regional, así como al gobierno congoleño que pueda reunirse lo antes posible para que estas personas puedan detener las masacres de la población civil que no tiene forma de defenderse».
Sin embargo, las ONG y los defensores de los derechos humanos enfrentan un desafío colosal. La desconfianza entre la población y las fuerzas gubernamentales, a menudo percibidas como ineficaces o incluso cómplices, complica la entrega de ayuda humanitaria. Los testimonios de las poblaciones que se refugian en el monte o aterrorizantes en sus hogares dan testimonio del temor omnipresente que pesa a los civiles, ya muy probados por una larga historia de violencia.
####
La recurrencia de esta violencia coincide con el regreso al Goma del ex presidente Joseph Kabila, cuyo discurso llamó la atención a las propuestas de reformas nacionales. Su llamado a la reconciliación nacional y una restauración de la autoridad del estado destaca la necesidad urgente de estrategias a largo plazo para resolver no solo conflictos armados, sino también las fracturas sociales que los subyacen.
La crítica de Kabila hacia el gobierno actual sobre el diálogo con AFC/M23 plantea preguntas. Los esfuerzos de paz, algunos de los cuales tienen lugar en Doha, parecen ignorar otras formas de diálogo entre el congoleño. Las tensiones políticas pueden intensificar si estos enfoques no se perciben como inclusivos y representativos de las aspiraciones de la población.
#### ¿Esperanza en agitación?
A pesar de esta pintura oscura, es crucial centrarse en las iniciativas de paz locales, a menudo llevadas por organizaciones comunitarias y religiosas. La mención de Kabila de la necesidad de involucrar a estas fuerzas locales es un recordatorio de la capacidad de los propios congoleños de buscar soluciones. Su conocimiento íntimo de las realidades locales podría promover enfoques pragmáticos, bien anclados en las aspiraciones de las comunidades afectadas.
En este contexto, la construcción de puentes entre los diversos interesados, ya sean grupos armados, sociedad civil o organismos gubernamentales, ahora es esencial. ¿Cómo promover un diálogo constructivo que podría conducir a soluciones duraderas? ¿Qué roles puede jugar la comunidad internacional y los países vecinos para apoyar esta dinámica?
#### Conclusión
Los recientes enfrentamientos en Rutshuru ilustran una crisis humanitaria en profundidad en la que la violencia y el sufrimiento se mezclan. Si bien la comunidad internacional sigue la situación con preocupación, la búsqueda de soluciones concertadas, respetuosas e inclusivas adquiere una importancia crucial. Ofrecer una forma de paz requiere cuestionar no solo los síntomas de esta violencia, sino también sus raíces profundas, abriendo así el camino hacia un futuro más estable y sereno para el pueblo congoleño.