El gobierno francés anunció recientemente una medida significativa en la lucha contra el fumar: desde el 1 de julio de 2025, los cigarrillos estarán prohibidos en todos los espacios donde se encuentran los niños, especialmente en playas, parques y cerca de escuelas. Esta decisión arroja luz sobre las autoridades para proteger la salud pública y reducir la exposición al tabaquismo pasivo, particularmente entre los más jóvenes.
### Un problema de salud pública
Los cigarrillos constituyen una de las principales causas de mortalidad evitable en Francia, generando alrededor de 75,000 muertes por año. Además, impone un gran costo en la empresa, estimado en 156 mil millones de euros en términos de pérdida de vida, calidad de vida y gasto público. En este contexto, la prohibición de fumar en lugares frecuentados por niños plantea preguntas esenciales sobre la protección de la salud pública y la responsabilidad colectiva de reducir la exposición al tabaco.
Catherine Vautrin, Ministra de Trabajo, Salud, Solidaridad y Familias, enfatiza que «la libertad de fumar se detiene donde los niños comienzan a respirar aire puro». Esta declaración es sintomática de un cambio de paradigma en la percepción del consumo de tabaco, que tiende a mejorar la necesidad de proteger a los niños más vulnerables, especialmente contra los efectos nocivos del tabaquismo.
### La respuesta de los jugadores de salud
Las organizaciones de combatir fumar han sido generalmente favorables a esta medida. Por ejemplo, los datos reportados por Yves Martinet, presidente del Comité Nacional contra Tabgism (CNCT), afirman que los espacios libres de tabaco pueden reducir el tabaquismo pasivo, ayudar a no ver el uso de tabaco y alentar a los fumadores a considerar la detención. Esta perspectiva se basa en estudios previos que han mostrado el vínculo entre la creación de espacios libres de tabaco y una reducción tangible en el número de fumadores.
Paralelamente, varias comunidades ya han experimentado iniciativas similares. Hoy, casi 1,600 municipios han ampliado la prohibición de fumar a varios lugares públicos. Estos proyectos, respaldados por asociaciones como la Liga de Cáncer, parecen haber dado fruto, ya que el cumplimiento de las reglas anti-Tabac se considera bastante satisfactoria.
### Posibles repercusiones en la sociedad
Una medida también radical necesariamente plantea preguntas. ¿Cómo se percibirá esta prohibición y cómo puede afectar sus hábitos? Se puede esperar una cierta resistencia de aquellos que ven su libertad personal en juego. Los cafés y los cigarrillos electrónicos, por el momento, son excepciones en esta nueva legislación. Por lo tanto, parece que se conserva un cierto espacio para la maniobra para los fumadores, pero es crucial cuestionar este enfoque selectivo.
También es importante cuestionar el impacto de esta medida en los tabaconistas, a menudo considerados como las primeras víctimas de las políticas anti-Tabac. Catherine Vautrin dijo que no se programaron aumentos de impuestos por el momento, pero se debe considerar el apoyo necesario para estas empresas locales, cambiando a un mercado en declive.
### Una empresa de mudanzas
Apoyando las encuestas, la opinión pública generalmente aparece a favor de una mayor restricción de fumar en el espacio público, con alrededor del 62 % de los franceses que apoyan este enfoque. Esto atestigua un cambio de actitud muy claro en comparación con unas pocas décadas, donde el fumar fue en gran medida tolerado e incluso socialmente integrado. Este cambio podría contribuir a una nueva generación menos expuesta al tabaco, que es un objetivo ambicioso establecido para 2032.
### Conclusión
La prohibición de fumar en torno a los niños, anunciada para 2025, plantea problemas de multifaceta que afectan la salud pública, la libertad individual y el futuro de las tiendas de tabaco. Aunque esta medida podría tener beneficios innegables para la sociedad, solo será efectivo si se acompaña de un diálogo abierto y constructivo entre las partes interesadas. El desafío es construir una sociedad donde la protección de los más vulnerables no se realice en detrimento de la libertad individual, sino como una priorización de la salud colectiva preservada. El camino estará cubierto de dificultades, pero también podría abrirse a un futuro en el que se minimizará la alteración que el tabaco impone a nuestras vidas.