La candidatura de la República Democrática del Congo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas subraya las aspiraciones africanas para una mayor representación internacional.

La candidatura de la República Democrática del Congo (RDC) para un asedio no permanente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para la década de 1920-2027 plantea preguntas interesantes sobre el papel que África podría desempeñar en la escena mundial. Lanzada por el presidente Félix Tshisekedi, esta iniciativa ocurre en un contexto en el que los países africanos aspiran a una mayor representación en los organismos internacionales, a menudo se perciben tan lejos de sus preocupaciones. Si la RDC ya ha ocupado este puesto en el pasado, hoy debe navegar un camino complejo que combina un rico potencial en los recursos naturales con una historia marcada por la inestabilidad política y los conflictos internos. El apoyo de otros líderes africanos destaca la importancia de una voz colectiva en temas comunes, al tiempo que plantea la cuestión de la capacidad de la RDC para realizar discusiones internacionales mientras ataca sus propios desafíos. Esta candidatura podría ser una oportunidad para redefinir no solo su propio posicionamiento, sino también la de África a nivel internacional, invitando a una reflexión en profundidad sobre las expectativas y realidades del continente.
** La candidatura de la República Democrática del Congo al Consejo de Seguridad de la ONU: ¿Hacia un nuevo papel para África? **

El 1 de junio de 2025, el presidente Félix Tshisekedi lanzó una apelación rotunda durante una ceremonia en Kinshasa, que marcó el final de una campaña dirigida a obtener un asedio no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para la República Democrática del Congo (DRC) para los años 2026-2027. Al comprometerse a hacer que la voz de África se escuche en la escena mundial, la RDC se está posicionando como un actor clave en la búsqueda de soluciones a los desafíos globales.

### Un contexto histórico y político

La candidatura de la RDC es parte de una dinámica más amplia donde los países africanos buscan tener una representación más significativa dentro de las instituciones internacionales, en particular aquellos como el Consejo de Seguridad de la ONU. Históricamente, África a menudo ha sido subrepresentada en decisiones cruciales relacionadas con la paz y la seguridad mundiales. Por lo tanto, la campaña de la RDC tiene como objetivo obtener un asiento, sino también promover una visión de seguridad colectiva que resalte las preocupaciones y aspiraciones africanas.

El presidente Tshisekedi enfatizó la importancia de recordar el pasado para construir un futuro mejor. Este discurso resuena particularmente en un país que, a pesar de sus abundantes recursos naturales, ha estado marcado por años de conflicto e inestabilidad. La RDC ya se ha sentado en el Consejo de Seguridad dos veces, durante los mandatos de 1982-1983 y 1992-1993, y su regreso podría simbolizar un renacimiento diplomático.

### El mensaje de apoyo para las naciones africanas

El ministro de Relaciones Exteriores, Thérèse Kayikwamba Wagner, también habló para mejorar el trabajo de la diplomacia congoleña. Su afirmación de que la RDC está «lista para servir, escuchar y contribuir con la dignidad» es indicativo de la voluntad de la nación para construir alianzas sólidas mientras aborda los desafíos de la cohesión y la estabilidad en África.

Es esencial mencionar que esta candidatura se beneficia del apoyo de los líderes africanos, en particular dentro de la comunidad económica de los estados de África Central (ECEAC) y la Unión Africana. Este creciente apoyo testifica el deseo compartido de traer una voz africana en las discusiones que, hasta ahora, a menudo han descuidado las realidades del continente.

### Los desafíos que se deben enfrentar

Sin embargo, esta ambición no está libre de desafíos. La RDC, aunque rica en recursos humanos y naturales, tiene que enfrentar un pasado complejo. La percepción, tanto internacionalmente como local, en su gobierno, sus instituciones y su capacidad para generar una paz duradera es un tema delicado.. La candidatura podría despertar preguntas sobre el compromiso de la RDC de mejorar su funcionamiento interno, esencial para legitimar su aspiración para sentarse en un órgano tan influyente.

Además, la cuestión de la capacidad de un país para llevar la voz de África a los sujetos globales sin sentirse abrumado por sus propios problemas internos queda por tener en cuenta. ¿Cómo puede la RDC equilibrar sus responsabilidades internacionales mientras trabaja en la resolución de sus propios desafíos, como la gestión de conflictos internos y el desarrollo sostenible?

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Para avanzar, la RDC podría considerar una estrategia que incluye una gobernanza transparente e iniciativas de diálogo inclusivo con todas las partes interesadas de la empresa. Fomentar una cultura de responsabilidad, al tiempo que fortalece sus vínculos con los países africanos, podría abrir formas a una representación más sólida y más respetada en la escena internacional.

La competencia por una sede del Consejo de Seguridad probablemente será intensa, con otras naciones africanas en la carrera. Es esencial que la RDC demuestre que encarna las aspiraciones colectivas de África resistente, lo que no solo define su futuro, sino que también contribuye a las de la comunidad global.

### Conclusión

La candidatura de la RDC al Consejo de Seguridad de la ONU representa una oportunidad significativa para redefinir su papel en la escena mundial, mientras lleva un mensaje de esperanza y compromiso con un futuro pacífico para África. La invitación del presidente Tshisekedi a sus pares africanos para votar a favor de la RDC exige una reflexión más amplia sobre el potencial de África para ser tanto el sujeto como el arquitecto de su propia historia.

En conclusión, este enfoque puede percibirse como una iniciativa hacia un cambio positivo, no solo para la RDC, sino también para todo el continente. Los problemas son múltiples y requieren un compromiso sincero y determinado con todas las partes interesadas para evitar que esta oportunidad se perciba como un simple gesto simbólico. El camino puede parecer largo, pero cada paso hacia una representación activa y responsable de África es un paso hacia un futuro más sereno.

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