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En el corazón del entusiasmo artístico de Kinshasa, la rumba congoleña se reinventa y se perpetúa a través de un taller innovador organizado en la Academia de Bellas Artes. Bajo el evocador nombre de «Jurado de Inmersión», este evento tiene como objetivo crear una fuerte identidad visual para este género musical emblemático de la República Democrática del Congo.
Nicole Mwanga, jefa del departamento de comunicación visual, explica apasionadamente el proyecto: darle a la rumba un nuevo aura a través de imágenes poderosas y gráficos evocadores. Los estudiantes del departamento de artes visuales están invitados a sumergirse en el mundo de la rumba, a explorar sus raíces, su historia y captar su esencia a través de sus creaciones.
El desafío es alto: ¿cómo promover la rumba a través de una identidad visual original que cautive a un amplio público? Los estudiantes se dividen así en grupos temáticos, buscando comprender mejor esta música y hacerla tangible a través del arte visual.
El taller no se limita a la creación de imágenes, también pretende explorar las múltiples facetas de la rumba. Didier Mumengi, escritor, pensador y político congoleño, destaca su impacto cultural y económico. Destaca la riqueza de este género musical, a nivel espiritual, intelectual y emocional. Y, sobre todo, ve la rumba como una verdadera industria cultural que aporta desarrollo económico a la República Democrática del Congo.
El vínculo entre la música y las artes visuales se teje entonces de forma natural. Henry Kalama, director general de la Academia de Bellas Artes, fomenta este enfoque innovador que combina creatividad artística y transmisión cultural. Nos recuerda que las artes se retroalimentan, que la música y las artes visuales se complementan para ofrecer una expresión rica y plural de la cultura congoleña.
A través de este audaz proyecto, la Academia de Bellas Artes se compromete plenamente con su misión de promover la cultura y el arte. Al asociar la rumba congoleña a la creatividad visual de sus estudiantes, abre nuevas perspectivas para la promoción de este patrimonio musical único.
Así, bajo la mirada benévola de «Fatshimetrie», la rumba congoleña se reinventa, se revela bajo una nueva luz y se proyecta hacia el futuro con una identidad visual fuerte y única. Un enfoque artístico y cultural enriquecedor que atestigua la vitalidad y la creatividad artística de la escena congoleña.