El apoyo duradero de Sudáfrica al pueblo palestino tiene raíces profundas que se remontan a la época de Nelson Mandela y Yasser Arafat. Ambos líderes consideraron que las luchas que enfrentan los negros en la Sudáfrica del apartheid y los palestinos en Gaza y Cisjordania están interconectadas.
Este sentido de solidaridad ha persistido durante más de tres décadas y ha llevado a Sudáfrica a dar el paso inusual de abrir un caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), acusando a Israel de cometer genocidio contra los palestinos en el reciente conflicto en Gaza.
El gobierno sudafricano presentará su caso el jueves, alegando que Israel ha violado sus obligaciones bajo la Convención sobre Genocidio al cometer actos genocidas en la Franja de Gaza. Israel, por supuesto, niega con vehemencia estas acusaciones.
El analista jurídico Thamsanqa Malusi explica que el caso es particularmente significativo para los sudafricanos debido a su propia historia de apartheid. Muchas organizaciones internacionales de derechos humanos se han referido a Israel como un Estado de apartheid, una etiqueta que resuena fuertemente en Sudáfrica.
El presidente Cyril Ramaphosa, líder del Congreso Nacional Africano, ha denunciado las atrocidades cometidas tanto por Israel como por Hamás en el conflicto. Sin embargo, su aparición pública vistiendo una keffiyeh y sosteniendo una bandera palestina indica claramente que las simpatías de Sudáfrica están con la causa palestina.
Las audiencias preliminares en la CIJ se centrarán en la solicitud de Sudáfrica de órdenes provisionales vinculantes, incluido un cese inmediato de la campaña militar de Israel. Si bien se espera que la decisión tarde varias semanas, no se puede ignorar la urgencia de la situación.
La cifra de muertos en Gaza ha sido devastadora, con más de 23.200 palestinos asesinados, dos tercios de los cuales son mujeres y niños, según el Ministerio de Salud en la Gaza gobernada por Hamás. En octubre, Hamás lanzó un ataque mortal contra Israel, que provocó la muerte de unas 1.200 personas, en su mayoría civiles.
El apoyo de Sudáfrica al pueblo palestino tiene sus raíces en su propia postura contra la opresión y la discriminación. La historia de apartheid del país ha moldeado su perspectiva sobre el conflicto palestino-israelí, lo que ha llevado a una fuerte defensa de la justicia y la paz.
En conclusión, el apoyo de Sudáfrica al pueblo palestino es un reflejo de su compromiso de luchar contra la opresión y la discriminación. La historia de apartheid del país ha fomentado una profunda conexión con las luchas que enfrentan los palestinos, lo que ha llevado a su participación activa en la búsqueda de la justicia y la paz.