En la ciudad de Goma, en la República Democrática del Congo, el ambiente es tenso dentro de un centro de salud donde los equipos médicos luchan por diagnosticar a los pacientes con vaccinia de mono, una enfermedad cuyo número de casos sigue aumentando.
El miércoles pasado, la Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia global el actual brote de vaccinia en monos en el Congo y otros países africanos. Se han confirmado casos entre niños y adultos en más de una docena de países a medida que se propaga una nueva forma del virus.
A principios de esta semana, los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades anunciaron que el brote de la vacuna en monos era una emergencia de salud pública, con más de 500 muertes, y pidieron ayuda internacional para detener la propagación del virus.
La doctora Rachel Maguru, médico general del Hospital Provincial de Goma y jefa del Centro Multiepidémico, dijo: “Desde el viernes (9 de agosto) hasta hoy, tenemos nueve casos confirmados de vacuna de mono. Las personas con lesiones sospechosas primero se aíslan y luego. se toma una muestra.»
También expresó la preocupación del personal médico de que algunas personas con síntomas pudieran no acudir al hospital y correr el riesgo de propagar la infección en su entorno.
A diferencia de brotes anteriores de vaccinia en monos, donde las lesiones eran principalmente visibles en el pecho, las manos y los pies, esta nueva forma de la enfermedad causa síntomas y lesiones genitales más leves. Esto hace que la enfermedad sea más difícil de detectar, ya que las personas pueden infectar a otras sin siquiera saber que tienen el virus.
El profesor Salim Abdool Karim, presidente del Grupo Asesor de Emergencias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en África, afirmó: «Estamos viendo un aumento en el número de casos. La tasa de mortalidad es más alta de lo que podríamos esperar. Además, nuevos Estos países no han registrado ninguno en varios años y ahora están notificando casos de la variante de la vacuna del mono identificada recientemente en la República Democrática del Congo.
Ante esta situación crítica, es obvio que se deben tomar medidas drásticas para contener la epidemia y proteger a las poblaciones vulnerables. Es imperativo fortalecer la vigilancia, la concientización y la atención al paciente para detener la propagación del virus.
La cooperación internacional es esencial para implementar estrategias efectivas de control de la vaccinia en monos y prevenir nuevos brotes. Es fundamental actuar con rapidez, compartir el conocimiento científico y movilizar los recursos necesarios para afrontar esta crisis sanitaria.
En estos tiempos de incertidumbre, la colaboración entre gobiernos, organizaciones de salud y la comunidad internacional es esencial para proteger la salud y el bienestar de todos. La salud global es una responsabilidad compartida que requiere acción concertada y solidaridad global para superar los desafíos de salud que amenazan a nuestras sociedades.