El mito de que tragar chicle tarda siete años en digerirse es una creencia muy extendida pero errónea. Esta idea errónea se debe al hecho de que nuestro sistema digestivo no descompone fácilmente el chicle. Si bien es cierto que el chicle no se digiere de la misma manera que la mayoría de los alimentos, ciertamente no permanece en el estómago durante años.
En realidad, nuestro cuerpo es mucho más eficiente procesando sustancias, aunque puede tardar un poco más en procesarlas.
El chicle se compone de una base de chicle, edulcorantes, saborizantes y suavizantes. La base de goma es lo que le da al chicle su apariencia masticable y está hecha de sustancias que son resistentes a las enzimas digestivas del cuerpo. Estas sustancias pueden incluir látex natural, caucho sintético o resinas. Otros ingredientes, como los edulcorantes y saborizantes, se descomponen fácilmente en el sistema digestivo, como cualquier otro alimento.
Cuando tragas chicle, tu sistema digestivo lo procesa como cualquier otro alimento que consumes. Pasa a través del esófago hasta el estómago, donde las enzimas digestivas comienzan a descomponer las partes de la encía que pueden, como los azúcares y los saborizantes. Sin embargo, la base de goma, que es resistente a la digestión, permanece prácticamente intacta.
Después de pasar un tiempo en el estómago, la encía pasa al intestino delgado. Desde allí, viaja por el resto del tracto digestivo y finalmente llega al intestino grueso. Al igual que otros elementos no digeribles, como la fibra que se encuentra en las frutas y verduras, el chicle finalmente se excreta en las heces.
Aunque el chicle no se descompone por completo, no permanece en el estómago o los intestinos por mucho tiempo. Por lo general, el chicle ingerido tarda entre 24 y 48 horas en pasar por el sistema digestivo y eliminarse del cuerpo. Este período de tiempo es aproximadamente el mismo que el de cualquier otro alimento que consuma. Por lo tanto, no hay necesidad de preocuparse de que el chicle permanezca en el estómago durante años porque es sólo un mito.
De vez en cuando, tragar un pequeño trozo de chicle probablemente no sea perjudicial. Su cuerpo lo moverá naturalmente a través de su sistema digestivo y lo eliminará. Sin embargo, tragar grandes cantidades de chicle o hacerlo con frecuencia puede causar problemas.
En casos raros, tragar demasiado chicle puede provocar una obstrucción en el tracto digestivo, especialmente en los niños. Esta es una de las razones por las que es mejor escupir el chicle una vez que hayas terminado de masticarlo.
En conclusión, si accidentalmente te tragas un chicle, no entres en pánico: ¡no durará mucho tiempo! El cuerpo sabe cómo deshacerse de ellos de forma eficaz.