Fatshimetrie, 19 de agosto de 2024 – La petición de ayuda de la familia de la actriz Cyprienne Alinga, también conocida como Mama Alinga, provocó recientemente una ola de solidaridad y emoción dentro de la comunidad artística congoleña. Víctima de un accidente cerebrovascular (ACV) hace más de dos meses, Mama Alinga lucha por recuperar su salud y su independencia.
En un conmovedor llamamiento, uno de los hijos del artista pidió asistencia de cualquier tipo para apoyar el proceso de curación de su madre. La familia aspira a evacuar a Mama Alinga al extranjero, con la esperanza de que pueda recuperar el uso del habla, una habilidad valiosa en su carrera artística.
Gracias a la intervención de la señora Denise Nyakeru Tshisekedi, a través de su fundación «Denise Nyakeru», Mama Alinga se benefició de atención médica vital en establecimientos especializados en Kinshasa. Esta asistencia jugó un papel crucial para estabilizar su estado de salud y su recuperación gradual.
La historia artística de Cyprienne Alinga se remonta a los años 80, cuando actuó junto a figuras emblemáticas del teatro congoleño como Feu Tshitenge Nsana, Masumu Debrindet y Masasi Kabamba. Su fama se basó en sus representaciones teatrales transmitidas por la Oficina de Radiodifusión y Televisión del Zaire.
Reconocida por su contribución a la escena teatral congoleña, Mama Alinga también ha explorado el campo de la danza y la coreografía tradicionales. Su pasión por las artes escénicas la transmitió a sus hijos, quienes heredaron su talento y amor por el escenario.
Actualmente, siguiendo recomendaciones médicas, Mama Alinga se encuentra en tratamiento ambulatorio en su domicilio, a la espera de una evolución favorable en su salud. Su coraje y determinación inspiran tanto a sus allegados como a sus admiradores, que se están movilizando para brindarle apoyo incondicional durante esta dura prueba.
En resumen, Mama Alinga encarna la esencia misma de una artista dedicada, apasionada y talentosa, cuyo legado artístico y humano resuena más allá de los límites del escenario. Su viaje y su lucha frente a la adversidad ilustran la fuerza y la resiliencia de los artistas congoleños, uniendo corazones y mentes en una oleada de solidaridad y esperanza.